Con la elección de la poetisa estadounidense Louise Glück o el novelista de origen tanzano Abdulrazak Gurnah, la Academia Sueca decidió otorgar el galardón literario más prestigioso a autores poco traducidos y desconocidos por el gran público y también por parte del mundo editorial.
“Después del año pasado, me parece que es aún más difícil adivinar”, admitió Lina Kalmteg, encargada de Literatura en la radio nacional de Suecia, recordando la “sorpresa total” cuando se anunció el nombre de Gurnah.
“Creo que se busca un nombre más conocido este año por la sorpresa del año pasado”, pronosticó por su parte Björn Wiman, jefe de la sección de Cultura del diario sueco Dagens Nyheter.
La academia se recupera de una larga crisis, después del escándalo #Metoo en 2018 y de la atribución el año siguiente del premio al austríaco Peter Handke, una elección que generó polémica por sus posiciones a favor de Slobodan Milosevic.
“Ahora la academia evidentemente está preocupada de su imagen, tanto en lo referente a la diversidad como a la representación de géneros, de una forma completamente diferente que antes del escándalo de 2017-2018″, explicó Björn Wiman.
Ante las críticas por la falta de diversidad en la elección de galardonados, la Academia Sueca integró en 2020 a un grupo de expertos externos de diferentes zonas lingüísticas.
Tras los sobresaltos del escándalo de Jean-Claude Arnault, esposo de una académica que fue acusado de violación, la institución tuvo que posponer en 2018 la atribución del premio.
Desde entonces el galardón recayó en dos mujeres: Glück y la polaca Tokarczuk y en un hombre.
Esto puede ser considerado un buen augurio para la estadounidense Joyce Carol Oates, las francesas Annie Ernaux y Maryse Condé, o para la escritora canadiense Margaret Atwood, consideradas en las quinielas.
Desde la creación del premio, un total de 16 mujeres recibieron este prestigioso galardón, la primera de ellas la sueca Selma Lagerlöf en 1909.
En este sentido, dar el premio a la rusa Ludmila Ulitskaia, que ha sido mencionada en varias ocasiones, sería una oportunidad de dar un mensaje contra el presidente ruso, Vladimir Putin tras la invasión de Ucrania.
Houellebecq suena fuerte en las apuestas
“Esto generaría una reacción”, afirma Wiman, que destaca que es a la vez una autora opuesta al Kremlin y también saca a relucir la cultura rusa en un contexto de guerra en Ucrania.
“Este es el tipo de debate intelectual complejo que uno quiere tener en torno al Nobel”, destacó.
En los sitios de apuestas, el francés Michel Houellebecq, citado a menudo como posible galardonado, aparece como favorito por delante de la poeta canadiense Anne Carson o del autor Salman Rushdie.
Otros nombres que suenan habitualmente en las especulaciones previas al anuncio son el keniano Ngugi Wa Thiong’o, el húngaro Laszlo Krasznahorkai, o los estadounidenses Thomas Pynchon y Don DeLillo.
“Las novelas estadounidenses postmodernas todavía no han sido recompensadas”, destacó Jonas Thente, critico literario de Dagens Nyheter.
Entre los otros favoritos están los noruegos Jon Fosse y Karl Ove Knausgaard, que podrían llevar el galardón a Escandinavia, más de diez años después de que el sueco Tomas Tranströmer fuera distinguido.
En tanto, Maria Hymna Ramnehill, critica literaria del diario Göteborgs-posten se inclina por el franco-marroquí Tahar Ben Jelloun o por la croata Dubravka Ugresic.
“Creo que ambos tienen, de formas diferentes, una literatura que cuestiona y que examina las identidades”, explicó. “Ellos hablan de sus identidades de una forma compleja y destacan una realidad complicada y difícil de comprender, y que no puede explicarse con soluciones simples”, agregó.
*Alma Cohen/AFP