No es difícil ver todos los videos de colombianas.org de corrido. Aunque 131 parecen muchos, cada uno refleja una perspectiva íntima en un mosaico que explora lo que significa ser mujer. El proyecto está inspirado en el libro de Elena Garcés Mujeres colombianas, la lucha para romper el silencio, que será publicado el próximo año. Ella soñaba con que ese texto se convirtiera en un proyecto audiovisual así que Marcela Ascencio se puso al frente de la iniciativa y creó una plataforma en línea con contenido documental e interactivo. La página se divide en secciones como cuerpo, cultura, familia, identidad de género, sanar y resistir, y dentro de cada una se despliegan unos 20 videos. Por ejemplo, en identidad de género distintas mujeres reflexionan sobre el tema, cuentan una historia o defienden una posición. “Soy Diana y mi nombre es William: negra, marica y puta” es el título de uno; “LGBTI y naturaleza”, se titula otro en el que la monja Liliana Martínez opina sobre las parejas del mismo sexo. Y, en la misma, Ángela Marciales Daza se pregunta qué es ser mujer y no encuentra una respuesta. La idea es que todos los testimonios se complementen y coexistan en el mismo espacio como una forma de mostrar la diversidad del género, pero también con la consigna de que hablar es un acto de liberación y de resistencia. Y también se convierte en una plataforma para la sororidad, donde las mujeres pueden sentirse identificadas y representadas.
Aunque el proyecto se basa en los contenidos del libro de Garcés, que se cuidan de ser incluyentes y complejos, un ejercicio basado en la vulnerabilidad de las personas siempre tiene el riesgo de revictimizar, reproducir estereotipos o de limitar a las entrevistadas a un discurso específico. Para evitarlo, Marcela Ascencio, que guio las entrevistas, se aseguró de hablar con mujeres de regiones, condiciones socioeconómicas y perspectivas distintas. Por ejemplo, está el testimonio de Elena, de la comunidad Misak, que reflexiona sobre lo que debe ser una mujer en su cultura; o está Paula, que se ha dedicado a trabajar con comunidades víctimas de la guerra y habla de la resiliencia de las mujeres; la actriz Marcela Carvajal también es protagonista y reflexiona sobre la relación de las mujeres con su propio cuerpo; y está María Angélica Guzmán, de Huila, que ofrece un testimonio desgarrador de lo que viven muchas mujeres en este país. Así hay otras historias que transitan en el espectro del orgullo y de la felicidad, y del dolor y de la resistencia. Le sugerimos:Mujeres Imparables Como las narraciones son tan potentes y los espectadores pueden estar interesados en conocer todos los testimonios de alguna mujer, la página también deja ver los videos, no según el tema, sino por la protagonista. Todas las entrevistadas hablan varias veces en diferentes videos, y en ellos se intercala su testimonio con su propia reacción. Ascencio, la directora del proyecto, las grabó mientras hablaban y luego grabó la reacción mientras se escuchaban. El resultado, dice Ascencio, “es una doble lectura donde percibimos cómo se ven ellas frente a su propia historia”. Toda la estética audiovisual está inspirada en el documental Human (2015), donde diferentes personas hablan a la cámara, en un ejercicio íntimo y muy fuerte. Y lo más importante para Ascencio “es que las mujeres sean protagonistas de las historias y no objetos de las historias”. En cada video lo logra y las mujeres son las protagonistas de sus propias historias, de la historia misma del país y de una biografía colectiva que todas pueden seguir construyendo. En la sección ‘une tu voz’, están las instrucciones para que cualquier mujer envíe su historia. Y la página está abierta y es gratuita para que los hombres, y todas las personas que quieren reflexionar sobre estos temas, también hagan parte del movimiento.