Son muchas las personas que, a pesar de vivir de manera normal su día a día y de sentirse bien de salud con regularidad, de repente, son diagnosticadas con terribles enfermedades que afectan gran parte del funcionamiento de su cuerpo y generan una gran cantidad de dolores incontrolable, difíciles de controlar por medio de medicamentos.
Al ocurrir este tipo de casos, los pacientes suelen experimentar momentos de profunda tristeza y depresión, pues la rutina que estaban acostumbrados a realizar cambia de manera repentina y le da un giro de 180 grados a sus vidas. Incluso, en algunas ocasiones las personas se ven en la obligación de abandonar su trabajos, estudios y/o responsabilidades por aguardar el debido reposo.
Esto afecta no solo a la persona directamente involucrada con la enfermedad, sino a su familia y miembros del círculo más cercano, pues normalmente se suelen complicar las dinámicas de relacionamiento.
Sin embargo, una grupo de creyentes en las Sagradas Escrituras mencionan y recomiendan algunos salmos y oraciones que pueden contribuir a que la situación mejores y se encuentre una pronta solución al respecto. Esta se deben hacer con la fe de que las súplicas serán escuchadas por Dios y que su Santo Manto proveerá en cuanto a noticias positivas.
Se recomiendas realizar estas oraciones en un lugar en el que se sienta tranquilo y en paz, pues esto le permitirá conectar de forma más sencilla con su espiritualidad. Además de encender e intencionar una vela blanca como ofrenda a nuestro Señor.
Salmo 41
1 Bienaventurado el que piensa en el apobre; en el día malo lo librará Jehová.
2 Jehová lo guardará, y lo mantendrá con vida y será bienaventurado en la tierra;y no lo entregará a la voluntad de sus enemigos.
3 Yo dije: Oh Jehová, ten misericordia de mí, asana mi alma, porque contra ti he pecado.
4 Yo dije: Oh Jehová, ten misericordia de mí, asana mi alma, porque contra ti he pecado.
5 Mis enemigos hablan mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá y perecerá su nombre?
6 Y si alguno viene a verme, habla mentira ;su corazón recoge para sí iniquidad,y al salir fuera, la divulga.
7 Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;contra mí traman el mal, diciendo:
8 Una pestilencia se ha apoderado de él;el que cayó en cama no volverá a levantarse.
9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, balzo contra mí el calcañar.
11 Por esto sé que te complaces en mí,en que mi enemigo no cante victoria sobre mí.
11Por esto sé que te complaces en mí,en que mi enemigo no cante victoria sobre mí.
12 En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado,y me has hecho estar delante de ti para siempre.
13 Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,por los siglos de los siglos. Amén y Amén.
Oración de los enfermos para la mañana
Es ya otro día, ¡oh, Dios! No sé qué haya de depararme, mas te ruego me prepares para lo que sea. Si me toca levantarme, ayúdame a hacerlo con valor. Si me toca permanecer en mi sitio sin moverme, ayúdame a hacerlo con discreción. Si me toca quedarme postrado(a), ayúdame a hacerlo con paciencia. Si me toca estar sin hacer nada, ayúdame a hacerlo con galanura. Haz estas palabras más que palabras, y concédeme el espíritu de tu amor. Amén.
Oración de los enfermos para la noche
¡Oh, Dios!, sostennos a lo largo del día, hasta que se extiendan las sombras y llegue la noche, y se acalle el bullicio del mundo, y pase la fiebre de la vida, y acabe nuestra obra. Luego, en tu misericordia, concédenos un sitio seguro, un descanso bendito, y paz al fin. Amén.