Los rituales religiosos continúan expandiéndose a nivel global y cada día siguen siendo una parte integral de la sociedad, generando debates constantes tanto entre sus seguidores como entre aquellos que respaldan estas prácticas y sus puntos de vista ante la comunidad.
Estas costumbres pueden variar según la cultura y la ubicación geográfica, pero en su mayoría se basan en la adoración de un ser supremo y en escrituras sagradas que narran y explican los principios religiosos, así como la relación entre este ser y el mundo terrenal.
Además, es importante destacar el papel de las figuras de culto religioso, ante las cuales se presentan peticiones o intenciones con el fin de obtener beneficios en la vida cotidiana, como la salud, la prosperidad o la buena fortuna frente a los desafíos diarios.
En el caso de la fe cristiana, estas escrituras religiosas se encuentran en la Biblia, donde se pueden encontrar distintos versículos y paradigmas, respecto a la forma en que la religión percibe la sociedad, y también la forma en la cual Dios durante su vida plasmó ciertas enseñanzas y reflexiones a partir de sus vivencias.
Estas son utilizadas en muchas ocasiones por parte de creyentes, los cuales consideran estos libros canónicos como base para distintas creencias y bases a partir de las cuales toman ciertas posturas o se sienten reforzados gracias a ciertos textos o relatos que se encuentran dentro de estos.
Los mismos en muchas ocasiones pueden funcionar, incluso como un apoyo ante dificultades del día a día, de carácter laboral, emocional, o sentimental. Por lo que en muchas ocasiones, los creyentes utilizan la Biblia y algunas parábolas de la misma como una motivación puntual que les permita impulsarse y estimular las labores del día a día.
¿Qué oración puede subir el animo?
Un ejemplo de una oración que puede permitir subir el animo en el día a día, especialmente si se siente con pocas energías puede ser la siguiente:
“Bendito Padre infinito,
Hijo y universal Espíritu santo, en la divina presencia habito
Gracias por ser y estar en mi vida, en la majestuosa venida
Me uno en oración, que bajen los ángeles de gloriosa manifestación
Llenando de armonía mí ser, y toda prueba con amor vencer…
Que la Virgen María acaricie mi alma, brindándome dulce calma
Donde la sonrisa vuelva a florecer, y en fe crecer
Subiendo mis maravillosas energías, todos los vivientes días
El niño interior jugando, a la trinidad unificando…
Floreciendo el ánimo positivamente, en mi corazón y mente
Amando y cuidando lo creado, con el agua de vida y la luz vivificado
Uniendo mi ser y sus doce hebras de poder, para el dios en acción ver
Armonizado con la naturaleza, la madre tierra gran belleza…
Saltando y sonriendo de felicidad, unción de ternura y humildad
Convirtiendo cada experiencia, en el mágico despertar de conciencia
Con interna paz y regocijo, levanto mis manos y grito “soy tu amado hijo”.
Gracias Dios por el gozo brindarme, y la sabiduría darme.”
De esta manera, rezando este tipo de oraciones, se busca que sea con voluntad y sinceridad, para que así las intenciones puedan ser cumplidas adecuadamente.