¿Se imagina morir, pero enseguida recibir una única oportunidad de vivir con el cuerpo de un adulto y la mentalidad de un niño? La trama de Pobres criaturas (Poor Things) parece sencilla: Bella Baxter es una joven que fallece trágicamente estando en embarazo, pero que de forma inesperada regresa a la vida bajo las órdenes de un doctor poco convencional.
Pero es mucho más complejo que eso: una vez el corazón comienza a latir de nuevo –¡el corazón de su propio bebé!–, Bella debe reaprender, a la vista de todos, a hacerlo todo, literalmente: comer, caminar, hablar, amar. Un relato un tanto victoriano y surrealista, en el que esta mujer de ojos claros y cabello negrísimo se ve enfrentada a la vida, de nuevo, pero en un mundo rígido y controlado por el mismo doctor, un científico brillante que la trajo a este mundo de regreso.
El personaje es interpretado por la actriz y productora estadounidense Emma Stone, de 35 años, que comparte elenco en esta aclamada producción con estrellas como Mark Ruffalo y Willem Dafoe.
Un papel que, confiesa la actriz en SEMANA, es “el que más me ha gustado interpretar”, quizá porque le exigió una serie de escenas rudas, complejas, cargadas de mucha sexualidad y situaciones llevadas al límite en las que no estaba permitido ningún asomo de vergüenza.
Stone, visiblemente emocionada, define a Bella como una mujer “inspiradora, sin prejuicios y de mente abierta”, en una entrevista que tuvo lugar el pasado jueves 25 de enero, justo cuando Pobres criaturas llegó a las salas de cine de Colombia, precedida de aplausos y halagadoras críticas.
Es que con este potente personaje, Stone ya está haciendo historia: conquistó este 2024 un premio en los Globos de Oro como mejor actriz y otro en los Critics’ Choice Award, en los que se impuso ante Lily Gladstone y su brillante interpretación en Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese; además de Carey Mulligan, por Maestro; Annette Bening, por Nyad, y Cailee Spaeny, por Priscilla.
El pasado martes logró, igualmente, una esperada nominación a los Premios Óscar de la Academia, en los que parte como gran favorita para esa misma categoría.
La crítica, rendida a sus pies, asegura que es la consagración de una actriz que ya había entrado en las grandes ligas con sus interpretaciones en La La Land (que le mereció ya un Óscar en 2017) y Cruella, y que a tiempo demostró que era mucho más que otra cara bonita de la saga de Spider-Man.
Stone cuenta en SEMANA que fueron muchos los aprendizajes que Bella dejó en su vida: “Es una persona que hace todo desde cero. Por eso, es imposible no sentir admiración por ella. Y una de las cosas que más admiro es cómo consigue alejarse de lo malo. Creo que Bella no tiene malas experiencias porque es muy exacta en su propia realidad. Si algo no le gusta, simplemente se aleja. Y, por el contrario, cuando algo le gusta, se acerca más”, asegura la bella actriz.
Stone confesó, además, los cambios que ha experimentado desde que tuvo la oportunidad de interpretar a la protagonista de Poor Things.
“Se trata de una mujer muy fuerte y honesta con lo que ella es”, haciendo clara alusión a las escenas, demasiado gráficas para algunos, en las que Bella se desinhibe por completo y que le han costado numerosas críticas por la crudeza misma con las que están construidas.
“¿Puedo decir qué me ha pasado desde que hice este papel? No (risas), pero me gusta lo que Bella hizo en mí. Creo que ella es, hasta el momento, el personaje que más he gozado interpretar. Es mi persona favorita”, aseguró Stone, que también se desempeñó como productora de Pobres criaturas. Es que para la actriz resultaba clave no censurar dichas escenas y estaba convencida de que no mostrarlas sería una falta de honestidad hacia la verdadera naturaleza de Bella.
“No soy una persona que solo quiera estar desnuda todo el tiempo, pero sí soy alguien que quiere honrar al personaje tanto como sea posible. Eso es parte de su viaje”.
Una historia distópica
Poor Things, que tiene otras diez nominaciones en los premios más importantes del cine, recrea una novela homónima, escrita por Alasdair Gray, en 1992, que fue definida en su momento como una historia “magníficamente enérgica, divertida, sucia e inteligente”, la misma esencia que el griego Yorgos Lánthimos, director de Pobres creaturas, ha intentado pintar en esta producción.
Es que nadie mejor que Gray para llevar a la gran pantalla esta historia. En sus películas anteriores dejó claro que tiene una visión muy particular para contar en el cine. En Canino (2009) muestra un matrimonio que mantiene a sus hijos alejados del mundo exterior. En Langosta (2015) ambienta un futuro distópico en el que las personas solteras tienen que encontrar a su media naranja para no convertirse en animales. Y en El sacrificio del ciervo sagrado (2017) acompaña a una familia amenazada por un adolescente de solo 16 años.
Lánthimos, quien ya había dirigido a Emma Stone en La favorita, respaldó la perspectiva de la actriz sobre la manera como su personaje vive su despertar sexual. En Variety explicó que la premisa de la película “permite que un ser humano, especialmente una mujer, conozca el mundo a sus propios términos y tenga un nuevo comienzo desde cero, sin estructuras sociales”.
Y así parecen entenderla los críticos que han celebrado el enfoque arriesgado y la capacidad para desafiar las convenciones cinematográficas. De ahí que Pobres criaturas sea un filme que acumula varios reconocimientos, el primero de ellos, el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia, en septiembre pasado.
Sobre su trabajo con Lánthimos, Emma Stone solo guarda profundo agradecimiento: “Siempre admiré la forma en la que se entrelazan de una manera hermosa el humor y la congoja. Porque así es la vida. Yorgos entiende y ama a las mujeres, y es brillante para escribir sobre las mujeres. Yo ya lo sabía, por supuesto, por el trabajo que habíamos hecho juntos”.