El resultado de la iniciativa de Artesanías de Colombia que acercó a 17 artesanos y comunidades con 14 artistas se puede evidenciar desde esta semana. Las 104 obras de arte estarán expuestas desde el jueves 27 al lunes 30 de agosto, en el marco del 3er Mercado Artesanal en el Claustro de Las Aguas que allí se realiza anualmente y contará en 2021 con la participación de 87 talleres de artesanos de todo el país.
Las curadoras del programa ‘Arte vivo: una cofradía entre artesanos y artistas’, Maria Wills y Claudia Ramírez, así lo presentan: El objetivo es generar un acercamiento entre arte contemporáneo, artesanía y arte popular, para legitimar en el contexto local la necesidad de desdibujar fronteras rígidas y jerarquías innecesarias, en un momento en el que se evidencia un interés creciente del arte por retornar al craft, a lo manual, y por abordar en la reflexión artística conocimientos ancestrales, populares y vernáculos.
Los antecedentes a nivel global son múltiples; un punto de partida clave del proyecto viene inspirado por la Escuela Bauhaus, en Alemania, cuyo fundador Walter Gropius en su momento declaró: Arquitectos, escultores, pintores, … debemos regresar al trabajo manual. Establezcamos por lo tanto, una nueva cofradía de artesanos, libres de esa arrogancia que divide a las clases sociales y que busca erigir una barrera infranqueable entre los artesanos y los artistas. El contexto local y la actualidad por supuesto dan unas coyunturas muy diferentes en donde, por lo general, y salvo en contados casos, el terreno de lo artesanal es marginado a una categoría aislada del arte, que anacrónicamente parecería escribirse en otro idioma.
Los procesos creativos del proyecto Arte Vivo se realizarán en colaboraciones y diálogos entre creadores con el fin de realzar e impulsar técnicas artesanales en un marco artístico que permita, además, enaltecer y dignificar a sus creadores. Así mismo, esta colaboración entre artistas y artesanos se plantea como el nacimiento de un proceso creativo alterno, en donde no prima la autoría unipersonal, sino el proceso colaborativo, respetuoso y generoso. A lo largo del proceso se reevaluarán categorías como primitivo, autóctono, exótico, que han sido utilizadas históricamente, pero que fueron acuñadas y han sido aplicadas desde lugares que permiten cuestionar su origen, ya que han terminado por confirmar estereotipos y generalizaciones. El proyecto Arte Vivo es un ensayo que desea repensar los lugares comunes, de la alta y la baja cultura con una profunda conciencia en la necesidad de respetar los conocimientos ancestrales de nuestras culturas indígenas.
Algunas colaboraciones, algunas piezas
Camila Sanjinés / Laureano Melo
Este proyecto surge con el intercambio entre el artesano Laureano Melo (Ráquira) y la artista María Camila Sanjinés (Bogotá), Durante la primera conversación telefónica, cayeron en cuenta del canto de un pájaro que estaba cerca a Laureano, María Camila había escuchado este canto esa misma mañana. Empezaron a intercambiar nombres de pájaros, los que veían con más frecuencia y los de los cantos más distintivos. A partir de estas conversaciones decidieron crear un objeto en cerámica que hiciera de parlante al canto de las aves.
Felipe Arturo / Taller El Escorpión
Colaboración con Rodrigo López, Lucia Chequemarca, Juan Diego López Chequemarca, Jhon Fredy López Chequemarca, comunidad Cubeo, Mitú, Vaupés. Colaboración con Jose Cauhache, Adrian Ferreira, Luz Cauhache, comunidad Cocama-Tikuna, Macedonia, Amazonas. Fibra acelerada es un proceso de colaboración múltiple entre diferentes creadores con conocimientos artesanales y artísticos. En este proceso se han gestado diferentes conversaciones paralelas para concebir un conjunto de piezas ínter-relacionadas. Los objetos han sido concebidos a partir de la pregunta por el origen de sus materias, introduciendo elementos representativos que dan pistas de la transformación de la materia prima desde el momento de su extracción hasta su existencia como objeto elaborado.
Felipe Arturo Taller Cerámicas Étnicas Cubeo
Colaboración con Rodrigo López, Lucia Chequemarca, Juan Diego López Chequemarca, Jhon Fredy López Chequemarca, comunidad Cubeo, Mitú, Vaupés. Colaboración con Jose Cauhache, Adrian Ferreira, Luz Cauhache, comunidad Cocama-Tikuna, Macedonia, Amazonas. Fibra acelerada es un proceso de colaboración múltiple entre diferentes creadores con conocimientos artesanales y artísticos. En este proceso se han gestado diferentes conversaciones paralelas para concebir un conjunto de piezas ínter-relacionadas. Los objetos han sido concebidos a partir de la pregunta por el origen de sus materias, introduciendo elementos representativos que dan pistas de la transformación de la materia prima desde el momento de su extracción hasta su existencia como objeto elaborado.
Luz Lizarazo / Carmelo Castillo
La colección de cubiertos tallados en madera se inspiró en los referentes naturales que se encuentran en el pueblo de Higuerón dentro del Municipio de San Onofre región rica en árboles maderables como la Ceiba tolúa y el colorado. También tuvo como fuente de inspiración los animales como la tortuga y los peces, tanto como las semillas que caen de los árboles como las de la almendra, cedro, ébano, campano y espino. Para esta colección también se co-crearon una serie de cubiertos utilitarios – coleccionables como cucharas en forma de semillas espino, de semilla campano y de tortuga, salseras en forma de pescado, espátulas con forma de cabeza de pescado, cucharon de sopa y un colador. Algunas piezas fueron intervenidas por la artista insertando pequeñas piedras, dándoles un acabo especial como se acostumbra tradicionalmente en la Asociación Ardehigue, donde el acabado final de pintura lo realizan las mujeres al terminar los hombres el proceso de la talla.
Luz Lizarazo / Luis Eduardo Tequia
Mi trabajo encuentra su asiento entre dos mundos, en el dominio de la intimidad y en lo externo, donde las fuerzas del pensamiento interactúan para resignificar el mundo que nos rodea. Desde mi propia óptica femenina, busco reflexionar al rededor de lo “humano”, ligado al reino animal y vegetal como fuentes de poder y sabiduría narradas en mitos indígenas. Acudo a relatos que hablan de la creación, el origen de nuestro ser, y de un pensamiento más arraigado que adoptado desde culturas ajenas; sin negar la presencia de lo externo en nuestro devenir, donde también hablo de lo cotidiano, la dicotomía entre lo público y lo privado, las interacciones de los unos con los otros, como persistiendo en el intento de crear un mundo intermedio donde se tejen nuevas narrativas entre lo visual, espiritual y lo poético.
Haberme podido acercar a la comunidad indígena El Dieciocho, (Embera Katío) a través de Luis Eduardo Tequia, líder de la comunidad, me dio la oportunidad de conocer sobre los bastones de mando, bastones de guardia, de protección y de fuerza, de resistencia y fortalecimiento, mas no de ataque. Bastones que representan sus mitos, pero también los animales y plantas medicinales primordiales para defender la vida del Embera. Toda una poesía que se manifiesta en sus bosques, en palabras de Luis Eduardo Tequia, para mantenerse sanos y siempre rebosantes de vida.
Marcela Calderón / Mari Ortega
El Bargueño es básicamente un mueble colonial de origen español que trajeron durante la colonia y los artesanos que hicieron barniz empezaron a decorarlo, los traían para que los decorarán y luego se los volvían a llevar. Son unos mueblecitos que se utilizaban sobre todo para llevar objetos preciados, es como un cofre lleno de cajoncitos pequeños, tiene como una tapa la cual cubre los cajoncitos pequeños y los que estamos pensando, nos gusta la idea del viaje del mueble desde España hasta acá y luego el viaje cultural que iba en doble vía. Me parece que también se asocia mucho con el viaje que implica la artesanía del mopa mopa, entonces como esa relación entre la selva, la ciudad, etc. Me interesa mucho que las decoraciones o la forma que muestra el bargueño sea de esa historia y que sea ese el tesoro que se guarda en esos cajones.
PAST AWA (platos) / Gente Escorpión
Las condiciones indispensables para que la planta del mopa mopa nazca y crezca son opuestas a las de la ciudad donde puede ser manipulada su resina. Pasto y las zonas del Putumayo donde se cosecha los cachos de mopa mopa están constelados por vínculos invisibles. La frase past awá (gente escorpión) fue atribuida a Huayna Capac, (antepenúltimo gobernante del imperio Inca), durante la época en la que el imperio intentó dominar el territorio quillacinga del hoy Nariño, ante la resistencia de sus pobladores usó dicha expresión, porque les quiso pisar la cabeza y lo picaron con la cola. Esto pocos años antes de la llegada de los españoles quienes a su vez en castellano convirtieron past awá en Pasto y Pastos.
Mateo López / Milena Vento
Mateo López y el Taller Abuelo Arrendajo trabajaron los temas sobre la geometría intuitiva, la simbología Tikuna, los referentes ancestrales, las máscaras rituales, las pinturas sobre yanchama, donde se muestran los mitos originales de la cosmovisión y el universo Tikuna. Los clanes Aéreo, Terrestre y Acuático eran representados en las pinturas de las ruedas. Estas últimas por medio del dibujo que las caracteriza, transmitían sus saberes de generación en generación ya que ancestralmente estos clanes no utilizaban la escritura. De esta manera el artista y el artesano crearon piezas con dibujos y tintes vegetales sobre la fibra sagrada de la yanchama creando figuras y objetos como las papeleras pintadas con simbología geométrica.