Es un honor hablar con ustedes”, dice Femi Koleoso, joven prodigio musical, un hombre claro y directo en sus motivaciones y enorme capacidad artística, al que se le nota haber sido educado por Tony Allen, el maestro del afrobeat (q. e. p. d.), al recibir a SEMANA. El talento impresionante que lidera Ezra Collective desde la batería y las composiciones también toca los tambores y oficia de DJ en la reconocida banda Gorillaz, y explica en esta entrevista la diferencia entre esas dos experiencias.

Nacido en Londres en 1994, de padres nigerianos, Koleoso armó con amigos y con su hermano esta banda que desde el jazz expande su sombrilla emocional fusionando estilos y estados de ánimo, con tanta alma y talento que mejora los minutos que impacta de manera indiscutible. Y de minutos está hecho el día, la vida. Hablamos con él sobre su genial nuevo álbum, Dance, No One’s Watching, que viene justo después del enorme Where I’m Meant to Be, un disco que les representó el codiciado Mercury Prize en 2023, quizá el más reputado del Reino Unido. Y algo queda claro, Femi no lo hace ni por la plata ni por los premios.

SEMANA: Pasó por Colombia con Gorillaz, ¿le quedaron algunas memorias de ese paso?

FEMI KOLEOSO: Sí, ¡hice unos amigos allá! Y desde el primer día que pisé su suelo me mostraron lo que es la cumbia y me llevaron a tiendas de discos. Y fuimos comiendo, de un lado para otro. Me divertí mucho. Colombia me pareció un lugar maravilloso.

SEMANA: Viendo los países que visita en 2025, no vemos ahí a Colombia...

F.K.: No puedo prometer nada, pero trataré de hacer algo al respecto... Quiero volver.

Ezra Collective | Foto: © Aliyah Otchere

SEMANA: El mundo vive momentos muy densos, que no dan para hablar de temas ligeros, pero que sí subrayan la importancia de la música…

F.K.: Hubo momentos en los que pensé que mi trabajo, el de músico, no era importante. Pensaba que mucha gente tenía trabajos mucho más importantes que los músicos. Pero entre más oscuro se pone el mundo, más necesitas de gente capaz de traer algo de luz. Y esto no se trata de “distraer” a la gente, es distinto. Va por el lado de decir: “Ustedes están sufriendo, están doliendo por algo: los siento, los escucho, estoy con ustedes y, aun así, trataré de hacerlos bailar o moverse por este instante”. Va por el lado de aligerar las cargas de la vida mientras enfrentas los problemas de hoy y de mañana. Es muy importante tener gente que nos recuerde que la vida vale la pena y que luchar por ella vale la pena.

SEMANA: Si pudiera salvar tres de sus canciones del apocalipsis, ¿cuáles salvaría?

F.K.: Salvaría “Victory Dance” (es quizá el lado más latin jazz de Ezra Collective), salvaría “Everybody” (la experiencia religiosa que cierra su más reciente trabajo) y salvaría “You Can’t Steal My Joy” (de su álbum debut, que los puso en el mapa).

SEMANA: ‘Dance, No One’s Watching’ viene después de otro discazo, ‘Where I’m Meant to Be’, que ganó el Mercury Prize 2023. ¿Ese tipo de reconocimientos libera o, por el contrario, genera presiones?

F.K.: La verdad es que escribimos ‘Dance, No One’s Watching’ antes de ganar el premio. Y en ese sentido, no nos podía marear. Es un logro asombroso, pero es uno que enmarca el momento, un momento precioso que disfrutas mucho, pero que dejas atrás porque sigues adelante. No es algo en lo que pensamos o que nos preocupe, pero sin duda estamos muy agradecidos.

Dance, No One’s Watching, notable trabajo que apenas ve la luz, pero nació de la luz

SEMANA: Con respecto a los discos anteriores, ¿qué cambió en cuanto a métodos?

F.K.: En este, por primera vez, tuvimos gente bailando en el estudio mientras grabábamos. La intención detrás de eso fue la de realmente captar la esencia en vivo de Ezra Collective y transmitirla en el álbum. Fue un cambio muy grande y fue genial experimentar a ese nivel. El trabajo suena muy bien, de alguna manera se siente más real.

SEMANA: Seguramente sabe usted de otros discos que hayan intentado lo mismo...

F.K.: Lo hicieron The Beatles (el video de Hey Jude lo deja muy claro), lo hizo Fela Kuti, Ben Webster lo hizo, Cannonball Adderley (saxofonista de jazz) también. Ha venido sucediendo por un tiempo, y puedo decir que haberlo intentado sumó mucho.

SEMANA: Y está directamente relacionado con el título y el tema del disco, el baile y la expresión que representa...

F.K.: No podíamos hacer un disco sobre bailar sin tener gente bailando. Sinceramente, se sintió la manera más honesta de hacerlo.

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SEMANA: Son 19 pistas, algunas, de transición, pero se siente como un postulado de libertad. Cuéntenos sobre los mensajes de un trabajo así...

F.K.: El mensaje es este: “No puedes dejar que tu vida sea dictada por opiniones de otras personas. Tienes que intentar y seguir intentando llegar a lo que buscas sin preocuparte por quién está a tu izquierda o derecha; y mucho menos dejar pasar momentos importantes por pensar en eso”. Eso es algo muy importante de lo que comunicamos musicalmente y espiritualmente.

SEMANA: La gente le expresa lo mucho que su música aligera momentos duros. ¿Impacta saber eso en su proceso de composición?

F.K.: Lo impacta porque te hace ver que vale la pena: la gente está escuchando y está sintiendo. Y esa es muchas veces la motivación para seguir escribiendo y tocando y grabando. La motivación nunca han sido ni el dinero ni la fama, ha sido hacerle sentir algo a la gente que escucha. Y cuando te llega la palabra de que eso ha sucedido, es una sensación muy especial.

SEMANA: En lo que al instrumento que toca, la batería, tuvo usted un increíble profesor (Tony Allen, papá del afrobeat). ¿Cuándo supo que quería ser baterista?

F.K.: A los 3 años de edad, en Navidad, recibí una batería de juguete. Y fue el juguete que jamás solté de nuevo. Así empezó todo, desde ahí ha sido un viaje de pasión. Y esa pasión siempre fue recompensada y alimentada por la pasión de gente que quería verme crecer como artista y persona. Eso llevó a que recibiera lecciones de batería de Tony Allen, y fue único. La batería lo es todo para mí. Llevo tocando toda la semana, y aún se siente como la primera vez cada vez que logro inventar un beat de batería y presentárselo a todos, ¿sabes?

SEMANA: Desde lo que se percibe en los videos y conciertos parece muy sencillo tocar lo que toca, pero claramente no es fácil. ¿Hay canciones que le den más trabajo que otras?

F.K.: Gran pregunta. Creo que “Ajala” es para mí la pista más difícil de tocar, porque es tan rápida. ¡Ojalá la hubiera grabado distinto en ese aspecto! Pero le estoy trabajando. Ayer, igual, hice algo de trampa, la empecé algo más lentamente…

Ezra Collective | Foto: © Aliyah Otchere

SEMANA: Las bandas son como los matrimonios, hay que bailarles... ¿Cómo preservar esa química que los mantiene fuertes?

F.K.: Estamos tratando de mejorar la manera de comunicarnos. “Si algo te da vueltas en la cabeza, díselo al grupo”, algo así. Estoy tratando de mejorar en escuchar. En esto, la comunicación es todo. Hablar de las cosas, hacerlas públicas. Esa es la onda. A veces somos muy buenos en eso, pero no siempre. Y es un viaje…

SEMANA: Entendemos que sigue al Arsenal FC, ¿cree que haya chance de ganar la Premier?

F.K.: Apenas empezó la liga pensé que este era el año, pero ya empiezo a ver que no será. Veremos qué se viene…

SEMANA: ¿Juega con Arsenal en el FC25? ¿Usted sí lo lleva a la tierra prometida?

F.K.: Cada bendito día juego con ellos. Y claro, en el juego volamos como Man City, pero en la realidad, que es donde importa, espero que algún día podamos ganar.

SEMANA: ¿Qué tan distinto es integrar Gorillaz e integrar Ezra Collective?

F.K.: Para mí, estar en Gorillaz e ir de gira con ellos es tocar la música que crecí amando, mientras que integrar y hacer gira con Ezra Collective es tocar la música que hemos escrito y creado como amigos. Son lugares muy distintos, pero sé que mucho de lo que sucede en Gorillaz termina inspirando lo que sucede en Ezra. Me enorgullece mucho formar parte de ambos.

SEMANA: Confiamos plenamente en su oído. ¿Algo que nos pueda recomendar musicalmente?

F.K.: ¡Ese es un verdadero honor! Hay un grupo, Legos Thugs, y están haciendo afrobeat. También Made Kuti, el nieto de Fela Kuti, hace música asombrosa. Esos les dejo.

SEMANA: Última antes de dejarlo, ¿qué películas o libros lo han influenciado últimamente?

F.K.: La mejor película para mí oscila entre Gladiador y Escuela de rock. Y con respecto a libros, mi favorito es la Biblia.

Where I’m Meant To Be, (excelente) disco ganador del Mercury Prize 2023