SEMANA: Usted estuvo visitando el Congreso, ¿Cómo le fue? Santiago Rivas: Una plenaria que nada que ver con el tema. Pero yo había hablado de la posibilidad de ir a hablar sobre los peligros que vienen con la Ley MinTIC, aproveché para saludar a muchos de los congresistas que estaban allá. Muchos representantes a la Cámara y tratar de afianzar alianzas nuevas. Y ya eso fue lo que hice. La vaina está dura, pero creo que se logra al menos dar una pelea que siente un precedente y que ponga el reflector sobre el tipo de ley de medios que nos están metiendo a las carreras, sin ninguna contemplación por el interés público. SEMANA: ¿Privilegia esta ley los intereses de los privados? S.R.: Este proyecto de ley amplía el tiempo que se otorga de licencia de uso del espectro a los privados. Es decir, los canales privados y los cableoperadores pagan un porcentaje de su ganancia en publicidad con una contraprestación por el uso del espectro. Lo que se está haciendo es unir FONTV, que es el fondo a donde van a parar esos fondos que dan como contraprestación los canales privados y los cableoperadores y esa es la plata que hay para contenidos de televisión pública. La gracia está en que se financia la televisión pública y se mantiene libre. Es decir, como no depende de la pauta sino de las ganancias de la privada. El porcentaje se reduciría, además que les ampliarán licencia a 10 años más. SEMANA: ¿Por qué tienen tanto afán en pasarla? S.R.: Porque es que ese pago lo tienen que hacer los privados en enero, si ellos logran pasar esta ley en diciembre se abstienen de hacer ese pago en enero porque se acogen a la ley y se amplía el plazo a 20 años. Se puede quedar sin parar un montón de tiempo y eso no solamente desfinancia a la televisión pública, que se queda sin el presupuesto que se utilizaba normalmente para hacer contenidos sino que además está dándole el uso del espectro casi de manera ilimitada y vitalicia a directivos de la televisión privada; que están convirtiendo esta ley en una forma de negocio para ahorrarse una plata con la que se financia la televisión pública. SEMANA: ¿Sobre qué base? S.R: Muy seguramente sobre la base de que la televisión pública al no ser una televisión con mucho rating es una televisión que no tiene importancia alguna, pero eso es un error. Porque el tema de televisión pública y privada es un sistema que está equilibrado por contrapeso. La televisión pública es lo que es gracias a la televisión privada y la televisión privada es lo que es gracias también al trabajo de la televisión pública. Que está cumpliendo deberes constitucionales que de otra manera recaerían completamente en manos de la televisión porque de alguna manera se tiene que suplir esa parte de la oferta y la demanda. Si no se suple, lo que habría sería un desequilibro infame con respecto a lo que la gente necesita de sus medios de comunicación. Entonces nosotros estamos cumpliendo un contrapeso, nosotros no somos enemigos. Puede leer: Los Puros Criollos, la polémica salida del aire SEMANA: Los que están a favor de la ley dicen que se va a invertir más en infraestructura... S.R.: Como no existe ninguna garantía, lo que parece es que esta ley va a aprovechar los fondos para ampliar la infraestructura, que sí es importante, que sí es relevante pero que termina dejando sin sentido la ampliación de plataformas. Es decir, hay 20 millones de colombianos que no tienen internet de banda ancha, pero si usted no tiene una generación de contenidos ¿para qué le sirve a usted la banda ancha? Si usted no tiene generación de contenidos, ni medios de calidad, ¿para qué le sirve ampliar el espectro de internet y para qué le sirve ampliar el cableado? Sin el trabajo de la televisión y los creadores de contenidos, sin la aprobación de las comunidades indígenas a las cuales se les está pasando por encima. Sin la aprobación de comunidades afrodescendientes esta ley solamente va a ser cables y antenas sin ningún tipo de contenido. Eso es un problema y encima de todo la regulación de los medios y del uso de los fondos quedaría en manos del gobierno, los medios públicos son del Estado, no del gobierno. El gobierno es transitorio, es partidista y tiene intereses idológicos. Si uno deja en manos del gobierno la posibilidad de censurar y regular los medios lo que está haciendo es garantizarle a la gente de ese mismo gobierno que si sube la oposición en el siguiente periodo después los censuran a ellos, de manera que nadie queda seguro. SEMANA: ¿Ha sentido que se ha querido desviar el debate? S.R.: Hay varias formas. El primero es tratando de hacernos ver a quienes nos oponemos a este proyecto de ley como enemigos del progreso. Y ellos dicen: ¡pero claro! A nosotros nos encantan los contenidos, pero ¿sabías que 20 millones de colombianos no tienen conexión a internet de banda ancha? ¿No has visto que es tanta la gente en este país que no puede entrar a internet, que no tiene conectividad? Esa es una forma de desviar la conversación porque lo más importante ahí definitivamente no es la conectividad. La conectividad es buena, nosotros no estamos en contra de eso, pero nos parece que vale la pena dar una discusión más amplia y una discusión más rigurosa en donde la conectividad garantice también que los colombianos van a tener acceso a unos medios bien diseñados. Una ley de medios bien diseñada no tiene que favorecer a unos sobre otros, una ley bien diseñada lo que hace es garantizar que todo el mundo tiene una porción suficiente. Ellos dicen que están favoreciendo a la televisión pública porque le están dando plata a los canales pero lo que no se dice es que esa plata es la plata que ya existía como presupuesto para los canales a eso se le suma el IPC, no se le puede bajar el presupuesto de nada, entonces si uno toma el año pasado 200.000 millones para canales públicos normalmente eso tiene que aumentar a 200.000 millones un peso. Y entonces van a decir que es el presupuesto más grande que se ha destinado a canales públicos en la historia. Pero es que no puede haber uno menor. SEMANA: ¿Ha hablado con Juan Pablo Bieri? S.R.: No, yo creo que en este punto los dos sabemos perfectamente qué piensa el otro, de manera que no le veo sentido a hacerlo pero por supuesto estoy abierto al diálogo. Nos han puesto en la prueba eterna de yo hablo en una emisora y él está oyendo y después él habla y yo estoy oyendo. SEMANA: ¿Cómo es una televisión pública donde el gobierno no tiene el control remoto? S.R: Mire la BBC, es una televisión pública que hace parte del Estado, que cumple una serie de deberes. Que tiene una misión, y una visión que son independientes de la misión y visión del gobierno inglés, tanto del primer ministro como de la monarquía. Y busca reforzar la identidad de lo que significa ser inglés y pertenecer a la Gran Betraña. Que hace contenidos independientes y creativos. Es la cadena de televisión perfectamente libre que resalta el valor de lo público a partir de su independencia. Todo el tiempo pensando que existe una competencia entre privados y públicos cuando son un complemento, entonces cómo es un canal público cuando es el Estado el que tiene el control y no el gobierno pues son medios libres de gran calidad. Si los privados quieren taquearnos de narconovelas pueden perfectamente porque la gente sabe que existe una alternativa de contenidos. Un programa de radio de la BBC tiene 79 millones de oyentes, ¡eso es una locura! eso lo garantiza la calidad que viene con independencia. SEMANA: ¿Cómo nació ‘Los Puros Criollos‘? S.R: Los Puros Criollos nacen un poco por casualidad, nacieron porque Néstor Oliveros buscaba un presentador para el piloto de un proyecto que estaba por pasar. A una convocatoria que había hecho Señal Colombia en 2008. Dentro de esa necesidad, unas amigas en común con Oliveros, me recomendaron porque yo había hecho un video blog llamado Paro Diario en donde tratábamos todo tipo de temas, era tan viejo que ni siquiera iba por YouTube, calcule. Y me llamaron a presentar esa vaina, no sabía bien qué hacer pero desde el comienzo pude dar mi opinión. Grabamos en el 20 de julio 20 minutos de programa. Y con eso avanzamos las distintas etapas de la convocatoria y ganamos. Fue un desastre también porque estábamos aprendiendo, sobre todo yo. Fue muy divertido, la primera temporada hice de todo, fui escritor, entrevistador, viajamos a Manizales, a Valledupar. Le dimos la vuelta al país. SEMANA: ¿Con los gobiernos ha pasado algo? ¿O siguió su rumbo y se respetó? S.R.: Se respetó el espacio de Los Puros Criollos a través de los gobiernos, cuando nosotros llegamos estaba el gobierno Uribe y había un gerente que me parecía un desastre. Douglas Velázquez, un tipo que tenía un pajecito que le llevaba el tinto, y su primera medida fue aumentar el tamaño de la bandera. Razón por la cual hasta el día de hoy la bandera de Colombia de RTVC es absolutamente gigantesca. SEMANA: ¿Algún capítulo de ‘Los Puros Criollos‘ que le recuerden lo que le está pasando? S.R.: Sí, muchos. He visto muchas veces a la gente siendo cooptada, eso no es nuevo en este país. Cuando hicimos el capítulo de las esmeraldas revisaban los videos de los mineros para que sus versiones se acoplaran a los de las minas.