Hay poco espacio para la duda: junto a nombres como Leila Guerriero, Juan Villoro y Martín Caparrós, Alberto Salcedo Ramos es uno de los nombres obligados al momento de hablar sobre la crónica contemporánea. No solamente ha escrito perfiles memorables de personajes colombianos (Diomedes Díaz o Kid Pambelé) sino que también ha narrado historias cruentas y desgarradoras del conflicto armado.Enérgico conversador, reforzó su pasión por la radio con su participación en Del canto al cuento, de Radio Nacional, y ha hecho distintos tipos de colaboraciones con el New York Times en español, donde ha publicado pequeñas crónicas en la que se destaca un cubrimiento especial de los partidos de la pasada Copa del Mundo. En medio de la redacción de uno de los tantos textos en los que trabaja sin descanso, Alberto Salcedo Ramos puntualizó en esta entrevista muchas de sus ideas en torno a la crónica y a su escritura en la segunda década del siglo XXI.SEMANA: En los tiempos que corren, las salas de redacción tienden a privilegiar cada vez más la inmediatez de la noticia y la rápida publicación de todo tipo de contenidos. ¿Cómo se mueve el género de la crónica?Alberto Salcedo Ramos: Hace poco participé en una cobertura especial de The New York Times en español sobre el Mundial de Fútbol. Había que escribir textos y mandarlos al editor entre tres y cinco horas después de los partidos. Esos textos debían tener un límite de 700 palabras. Existe el malentendido de que la crónica sólo se puede trabajar en formato largo y con meses de investigación. Esa es una posibilidad, pero no la única. También se pueden hacer cortas y ajustándose a la necesidad de salir en el momento en que la coyuntura periodística es propicia. Veo mucha gente que discute sobre lo poco favorable que, supuestamente, es el mundo de hoy para escribir crónicas, pero no las escribe. Es curioso. SEMANA: La crónica es, para académicos y periodistas, uno de los géneros maestros del periodismo. Sin embargo, hay quienes pasan años redactando exclusivamente noticias. ¿Cómo hacer para que el periodista que quiere dedicarse a otros géneros salga de ese “círculo noticioso”?A.S.R: Los géneros no se excluyen: se complementan. La materia prima del periodismo es la noticia. La noticia te sirve para enterarte de manera oportuna. La crónica aporta contexto, le pone alma y rostro a la noticia, envasa los hechos en un relato para que podamos entenderlos mejor y sentirlos más cercanos. Yo nunca enseño crónica sobre la base de que hacer noticias es terrible, sino dejando en claro que, en el buen periodismo, los géneros se complementan.SEMANA: Puede que las personas que comiencen a escribir crónicas piensen que es más importante trabajar en un lenguaje literario, fluido, que en la misma recolección de datos y testimonios. ¿Qué consejo les daría a esos iniciados en la crónica?A.S.R: En la crónica es necesario hacer bien las dos tareas, investigar y escribir. Lo primero demanda una búsqueda diligente. Hay que observar, mirar, entrevistar, caminar, anotar, buscar un dato tras el otro, contrastarlos. Luego, en la escritura, se necesita un estilo atractivo. La crónica es narración más interpretación, pero de nada vale esto último si no tienes reportería sólida.Le sugerimos: Instrucciones para detener el tiempo: una conversación con Charles SimicSEMANA: Muchos cronistas no están vinculados de tiempo completo con un medio de comunicación. ¿Se puede decir que la mayoría de cronistas tiende a ser free-lance?A.S.R: Es algo evidente. Yo no le doy mucha importancia a eso. Uno debe ser capaz de defender la pasión que tenga, esté donde esté. Lo demás es circunstancial.SEMANA: Junto al también cronista y editor Mario Jursich, realiza el programa radial “Del canto al cuento”. El programa busca armar esas relaciones anecdóticas, históricas y culturales que rodean ciertas piezas musicales. Sin importar el formato, ¿se podría decir que un cronista siempre busca la forma de contar historias?A.S.R: Yo no sabía que me gustaría tanto hacer radio. No entiendo cómo pude haberme demorado tanto para probar. Alguien dijo que el televisor es para dormir y la radio para soñar. Creo que tiene razón. En este programa hablamos de música desde una perspectiva coloquial que no excluye la investigación. Lo mejor es el contacto vital con los oyentes.SEMANA: Sus crónicas han sido traducidas a distintos idiomas (inglés, alemán, francés e italiano). Uno de los rasgos característicos de su escritura es el uso de un lenguaje coloquial y al mismo tiempo preciso, certero. ¿Sus traductores le han mencionado dichas características”?A.S.R: Sinceramente, no recuerdo.Le puede interesar: Mitski enloquece a la crítica musical, y habla con SemanaSEMANA: Los lectores de sus crónicas están habituados a textos de larga extensión (‘La eterna parranda de Diomedes’, ‘El pueblo que sobrevivió a una masacre amenizada por gaitas’). Sin embargo, en el New York Times (NYT) en español publicó recientemente una crónica más bien corta, “Luz Marina en el país del horror”, pero de una gran contundencia y de mucha difusión en las redes sociales. ¿Las crónicas cortas se mueven bien en los ambientes digitales?A.S.R: Era lo que te decía hace un momento. Yo quiero contar historias y, como tengo esa voluntad, sencillamente las cuento. A veces largas, a veces cortas, a veces en revistas, a veces en diarios, a veces en la radio. Desde hace unos tres años estoy embarcado en un tema que requiere muchas páginas y mucho tiempo. Entonces decidí hacer un libro. Como ves, aplico lo que predico. Si te gusta contar historias, no discutas tanto sobre por qué no se cuentan: cuéntalas. Defiende tu pasión hasta las últimas consecuencias.SEMANA: Comienza un nuevo taller de crónica, esta vez en la Lerner*. ¿Le gusta mucho enseñar?A.S.R: Sí. Lo disfruto y además es bonito. Es como usar esos espacios para buscar entre todos un conocimiento y encontrar pretextos para seguir amando el oficio ahora que lo predominante es hablar de la crisis. *Alberto Salcedo Ramos iniciará un taller de crónica en la Librería Lerner de Bogotá el próximo lunes 10 de septiembre. comunicaciones@librerialerner.com.co y 6918832 - 6364261