La religión es un aspecto que ha estado presente en la sociedad desde tiempos antiguos. A partir de esta, tanto la espiritualidad, como la fe del ser humano, se puede ver fortalecida gracias a ciertos rituales o actos que dan paso a que se atraigan beneficios dentro de la vida diaria, incluyendo aspectos como la prosperidad, la felicidad o la plenitud.
La oración es una clara vía de comunicación entre las personas y Dios. La gran mayoría de plegarias están dirigidas a él. Muchas otras se dirigen a la Virgen María, a los ángeles y arcángeles.
Cada una de las oraciones que se recitan se hacen con una intención en especial. Ya sea agradecer por la vida, la salud o la familia, pero también hacer peticiones a santos, en particular en los que las personas tienen alguna devoción.
Uno de los santos en los que los creyentes ponen sus oraciones es San Juan XXIII, quien fue el papa número 261 de la iglesia católica entre 1958 y 1963. Fue papa solamente por cinco años, ya que, lamentablemente, murió el 3 de junio de 1963 producto de un cáncer de estómago.
A pesar de su corto periodo siendo el sumo pontífice, San Juan es recordado entre los creyentes por su fuerte trabajo por acabar las diferencias entre las naciones y unirlas, además de promover la caridad cristiana en todo el planeta y buscar la renovación de la relación entre la iglesia católica y el mundo entero.
Muchos en su momento lo llamaron “el papa bueno” por sus innumerables acciones en favor de las personas más necesitadas del mundo. Por esta misma razón fue santificado por la iglesia católica, la cual designó que el 11 de octubre sería la fecha que recordaría el onomástico del papa San Juan XXIII.
Por este motivo, los devotos de San Juan XXIII tienen esta fecha presente en sus calendarios, ya sea para recordar sus grandes acciones en vida, como para dedicarle algunos minutos por medio de las oraciones en su honor.
Oración a San Juan XXIII
Dios, Padre amado, que nos diste como Santo Padre a San Juan XXIII, llamado por todos el Papa de la paz y el Papa bueno.
Te pedimos Padre por su intercesión ser portadores en esta tierra del don maravilloso de tu paz y ser por tanto hombres y mujeres de diálogo, comprensión y tolerancia.
Ayúdanos Señor a ver a todos los que nos rodean como hermanos e hijos de un mismo Dios y a buscar en todo momento el entendimiento sin desvirtuar tu luz y tu verdad.
Queremos, como San Juan XXIII, que nos reconozca el mundo entero porque, como discípulos tuyos, nos amamos unos a otros.
Gracias por este ejemplo de virtudes. Y unidos a todos los santos del cielo y en especial a este Papa bueno te suplico Padre Santo esta gracia particular que necesito (haga aquí su petición).
Gracias te doy de antemano, Señor, porque al ruego de tan gran intercesor estoy seguro de que me será concedida. Amén.