Las oraciones son un mecanismo muy especial a través del cual se puede crear una comunicación directa con Dios, en la que Él escucha las necesidades, los agradecimientos y las peticiones especiales de cada uno de sus fieles y, a través de su obra sanadora, puede manifestarse para realizar un milagro en la vida de cada persona que ha demostrado suficiente fe, paciencia y esperanza en el Señor.
Así como Dios promueve las obras buenas, el maligno está constantemente acechando a los hijos del Señor para hacerlos caer en tentación, dirigirlos al pecado y alejarlos de la protección de la Santísima Trinidad.
Cabe mencionar que si se deja que las malas energías sigan ocurriendo puede ocasionar daños en la vida de cada sujeto, ya sea afectando la salud, el bienestar o el progreso. Tres acciones que son esenciales en la vida de cada persona. De la misma manera, las personas que se han dejado seducir por el demonio pueden atraer a nuevas personas a que sigan sus pasos.
Sin embargo, cuando una persona está alejada de Dios, algunos pecados pueden desarrollarse sin que el mismo individuo lo note. Este es el caso de la envidia, un pensamiento negativo muy poderoso que puede acabar con la salud física y mental de quien la posee y, lo que es peor, puede afectar a demás personas que conviven con un ser humano envidioso.
Y es que en cualquier lugar las personas pueden encontrarse a otras que son conflictivas y tienen malas intenciones en sus actos. Esto puede suceder estudiando, trabajando o incluso en lugares de diversión. Por lo que hay que estar atento a identificar a este tipo de personas con los que puede haber conflictos en el futuro para evitarlos.
Por lo anterior, es importante contar con una ayuda divina en momentos así, ya que el pensamiento humano es tan poderoso que solo la fuerza de Dios, con la voluntad de quien quiere ser sanado del pecado, puede enfrentarse a las potentes influencias del maligno.
En su sabiduría infinita, a través de San Alejo, Dios proporciona una oración ideal para que un creyente pueda defenderse de los enemigos, de las personas conflictivas y de las envidias, teniendo en cuenta que esta súplica se debe recitar con mucha fe, devoción y entrega al Señor, según el portal especializado Excelsior.
Oración para alejar a las personas conflictivas
San Alejo Bendito, tú que tienes el poder de alejar todo lo malo que rodea a los siervos del Señor, haz que sea invisible para mis enemigos; tú que encontraste favor ante María, aléjame de Satanás, aléjame del enemigo, del mentiroso, del traidor y del dañino, del que siembra cizaña a mi alrededor, del que con maldades, magias, conjuros o hechicerías me quiere atar, embrujar y mi vida perjudicar; líbrame de las malas lenguas, de los chismes, difamaciones e intrigas, de todo aquel que quiere verme rendido y hundido.
Aléjame de la envidia, del mal de ojo y la injusticia, aléjame de los celos y el rencor, de la infidelidad, la traición, el rechazo y la soledad, escóndeme donde no me puedan encontrar los que quieren causar mi perdición.
¡Oh, Glorioso san Alejo!, llamado “el Hombre de Dios” acércame a Jesús y a María, para que con sus Divinas Bondades me cubran con todos sus bienes, y me concedan la gracia que con humildad solicito:
San Alejo bendito: por la Santísima Virgen María, por su amado Hijo Jesucristo y por la gracia del Espíritu Santo, ten piedad de mí y no desoigas mi pedido.
Amén.