Los salmos son alabanzas en verso a Dios. En total, hay 150. En específico, el salmo 59, según Viral Believer, “es una oración poderosa para la liberación y defensa contra los enemigos, y proporciona consuelo y fortaleza en medio de la adversidad”.
Cada salmo tiene una fuerza espiritual muy fuerte. Por ello, es clave saber en qué momento hay que leerlos.
Así las cosas, es sumamente recomendable leerlo cuando esté pasando por situaciones que perjudican el entorno, especialmente el día sábado.
“No pida ser millonario o tener mucho dinero. Pida por tener un trabajo, pida por tener estabilidad laboral, pida por tener una oportunidad que le permita solventar poco a poco cada una de sus calamidades. Dependiendo de la fe que usted ponga en esas oraciones, también recibirá el beneficio de la ayuda de nuestro padre, el creador que nunca nos abandona”, puntualiza We Mystic.
Salmo 59
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;
Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
2 Líbrame de los que cometen iniquidad,
Y sálvame de hombres sanguinarios.
3 Porque aquí están acechando mi vida;
Se han juntado contra mí poderosos.
No por falta mía ni pecado mío, oh Jehová;
4 Sin delito mío corren y se aperciben.
Despierta para venir a mi encuentro, y mira.
5 Y tú, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel,
Despierta para castigar a todas las naciones;
No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah
6 Volverán en la tarde, ladrarán como perros,
Y rodearán la ciudad.
7 He aquí, proferirán con su boca;
Espadas hay en sus labios,
Porque dicen: ¿Quién oye?
8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;
Te burlarás de todas las naciones.
9 A causa del poder del enemigo, esperaré en ti,
Porque Dios es mi defensa.
10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;
Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.
11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;
Dispérsalos con tu poder, y abátelos,
Oh Jehová, escudo nuestro.
12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,
Sean ellos presos en su soberbia,
Y por la maldición y mentira que profieren.
13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean;
Y sépase que Dios gobierna en Jacob
Hasta los fines de la tierra. Selah
14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros,
Y rodeen la ciudad.
15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;
Y si no se sacian, pasen la noche quejándose.
16 Pero yo cantaré de tu poder,
Y alabaré de mañana tu misericordia;
Porque has sido mi amparo
Y refugio en el día de mi angustia.
17 Fortaleza mía, a ti cantaré;
Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia”.