Según la Real Academia Española (RAE) un apocalipsis es una “situación catastrófica, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total”. De esta manera, las Sagradas Escrituras, a través del libro Apocalipsis, describe a lo largo de sus 22 capítulos, como será el fin del mundo.
“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe”, se puede leer en Apocalipsis 21:1
De acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo, habrá señales que anuncian no solo su segunda venida, sino el fin del mundo, tal y como lo relata el evangelio de Mateo en el versículo 3 al 8:
“Más tarde, estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado: —¿Cuándo sucederá eso y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo? —Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. Ustedes oirán de guerras y de rumores, de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos en diferentes lugares. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores”.
En este sentido, en 1 de Timoteo 4:2 también se puede observar como el apóstol Pablo advierte a los creyentes de no ser engañados en los últimos tiempos, por parte de estafadores que tienen creencias que no son la verdad:
“El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia endurecida”.
La persecución de los creyentes como una señal del fin del mundo
De esta manera, Cristo en sus palabras también advierte de una persecución -para el fin del mundo- a quienes proclamen su nombre y sean sus seguidores, tal y como lo explica Mateo 24: 9-11:
“»Entonces los arrestarán, los perseguirán y los matarán. En todo el mundo los odiarán por ser mis seguidores. Muchos se apartarán de mí, se traicionan unos a otros y se odiarán. Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente”, dice.
Continuando el relato, el evangelio de Mateo dirigido por Jesucristo también predice en los último tiempos una abundancia de pecado alrededor del mundo, teniendo en cuenta que los fieles se salvarán:
“Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará; pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin”, precisa.
No obstante, para los creyentes, aunque se acabe este mundo como lo dijo Jesús: “—¿Ven todo esto? Les aseguro que no quedará piedra sobre piedra, pues todo será derribado”, indica Mateo 24:2; su deleite es estar en la presencia de su Señor, en una nueva tierra como lo dice una profecía de Juan recogida en el libro de Apocalipsis 21:1.