En la creencia religiosa se parte de los diez mandamientos para diferenciar el bien del mal, aunque son numerosas las acciones consideradas como pecado a ojos de las Sagradas Escrituras. Tanto en la Biblia como durante la reflexión de líderes espirituales se exhorta a un examen de conciencia y arrepentimiento sincero.

También se habla de ofensas que, para Dios, pueden llevar a recibir un castigo mucho más severo y derivar en el infierno. Ese es uno de los mayores temores entre los devotos: una muerte que no conduzca al descanso, sino a un tiempo indefinido en el purgatorio o, peor aún, al lugar donde las almas están en constante angustia y lamento.

Algunos religiosos tienen el hábito de orar todas las mañanas. | Foto: mtnSnail

Según el portal católico ACI Prensa, hay siete pecados cuya gravedad conducen directamente al infierno: inmoralidad sexual, mentiras, alcoholismo, robo, venganza, gula y el asesinato.

Oración para clamar perdón a Dios

La siguiente oración fue compartida por hozana.org:

Señor Dios, Padre eterno y omnipotente, reconocemos y confesamos delante de tu santa Majestad que somos pobres pecadores, nacidos en la iniquidad, inclinados al mal e incapaces por nosotros mismos de practicar el bien. Confesamos haber quebrantado diariamente y de distintas maneras tus santos mandamientos, y merecer así, por tu justa sentencia, la condenación y la muerte. Pero, oh, Señor, sentimos un vivo dolor por haberte ofendido y nos condenamos a nosotros mismos y a nuestras transgresiones, y con verdadero arrepentimiento acudimos a tu gracia y te suplicamos nos socorras en nuestra miseria.

La oración es vital para el creyente. | Foto: Getty Images

Ten piedad de nosotros, oh Dios de toda bondad, Padre misericordioso, y perdona nuestros pecados, por el amor de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Salvador.

Concédenos y aumenta cada día en nosotros las gracias de tu santo espíritu, a fin de que reconociendo siempre nuestras faltas, nos arrepintamos y renunciemos a ellas de todo nuestro corazón y llevemos frutos de justicia y de santidad que te sean agradables, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Algunos creyentes prenden velas mientras oran. | Foto: Getty Images