En marzo de 2014 el Gimnasio Moderno, uno de los colegios más prestigiosos de Bogotá, cumplió cien años. Para conmemorarlo, los directivos reforzaron la estructura física para que fuera sismo resistente y, de paso, para que sus instalaciones tuvieran un nuevo diseño y algunos ajustes arquitectónicos.Las reformas en el edificio principal del colegio incluyeron cambios en el hall de exposiciones de arte ubicado a las afueras de la biblioteca Los Fundadores; un lugar que alberga los eventos artísticos de la comunidad educativa, pero que también se ha consolidado como un centro cultural para la ciudad.Hoy, Gabriel Liévano, fotógrafo, coordinador de artes del colegio y profesor desde hace 25 años, lidera el evento de celebración de reapertura. Tras un acuerdo con el rector, organizó una exposición fotográfica con 20 retratos de algunos personajes de la comunidad educativa. La exhibición ‘El Grito…el retrato no retrato’ fue curada por el retratista cartagenero Fred Solis. A propósito del título de la exposición, Liévano dice que su origen tiene que ver con que el retrato es su pasión: “yo lo concibo como la expresión más natural posible de una persona, la idea es salir como uno realmente es y para el fotógrafo esa es una labor dispendiosa”.Retrató a 60 personas que hacen parte de las distintas áreas del colegio. Cuenta que durante el proceso, que duró cerca de ocho meses, conversó con ellas y mantuvo un contacto fuerte para conocerlas mejor. “Frente al retrato, todos los seres humanos tenemos algo que siempre queda oculto, por ejemplo, el grito”, dice. Y por eso les pidió a todos que gritaran al momento de hacer la imagen; luego, que escribieran alguna reflexión sobre el acto de gritar, que después se convirtió en la ficha técnica de cada una de las fotografías.Lo que se ve en la exposición, entonces, es una selección de esas imágenes a gran escala –todas miden 1 metro x 70 centímetros–. Son fotografías de estudio y fueron tomadas con una técnica que consiste en acentuar las tonalidades oscuras, para luego someterlas a un proceso de revelado digital en el que se ajusta la luz, los tonos y las sombras, que es lo que normalmente se hace en un laboratorio análogo.Con más de quince docentes en el área de arte, en cabeza de Gabriel Liévano, el Gimnasio Moderno dice apostarle a una formación integral en la que el interés principal es que los niños y jóvenes desarrollen su sensibilidad, que sean respetuosos frente a las expresiones artísticas y que mejoren la apreciación del mundo que los rodea. Aunque, en principio, la muestra tiene como público a la comunidad educativa, estará abierta para todos aquellos que deseen visitarla durante un mes a partir del 11 de abril.