Fito Páez se encuentra en medio de su gira ‘El amor 30 años después del amor’, inspirada en el disco más vendido de la historia Argentina que ha formado parte de la banda sonora de varias generaciones a lo largo de las últimas tres décadas.
El amor después del amor es el séptimo álbum de estudio del cantante argentino, publicado el 1 de junio de 1992 y que cuenta con la participación de otros artistas argentinos como Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fabiana Cantilo, Celeste Carballo, Andrés Calamaro, Mercedes Sosa, Claudia Puyó, Fabián Gallardo, Paul Molina, Chango Farías Gómez, Osvaldo Fattoruso, Ariel Rot, Gustavo Cerati y Lucho González, entre otros.
El disco consta de catorce canciones, de las cuales diez fueron lanzados como sencillos. Algunos hits de este álbum son El amor después del amor, Tumbas de la gloria, Dos días en la vida, Tráfico por Katmandú, A rodar mi vida, Pétalo de sal, Sasha, Sissí y el Círculo de Baba y Un vestido y un amor.
Considerado como una obra clásica desde entonces, el álbum fue colocado en el puesto número 13 de la lista de los 100 mejores álbumes del rock argentino según la revista Rolling Stone.
En medio de ese hito histórico, este martes Fito Paez presentó EADDA9223, iniciales que aluden a la reinvención de los temas de su obra maestra, El amor después del amor. Un álbum en el que revisitó treinta años después las icónicas canciones de El amor después del amor y volvió a grabar junto a artistas como Elvis Costello, Chico Buarque, Andrés Calamaro, Lali Espósito, Nicki Nicole y Estrella Morente.
“Estoy muy feliz”, fue lo primero que espetó Páez al subir al escenario, mientras la pantalla del fondo se encontraba ilustrada por el arte de tapa (una foto en blanco y negro actual del artista, en contraste con esa imagen colorida de 1992).
“Se puede, ¿quién dice que no se puede?”, expresó Fito desde Buenos Aires en un ejercicio de escucha del álbum con un nutrido grupo de periodistas sobre este “juego maravilloso y dificilísimo” de revisitar aquel trabajo sin que sea considerado un sacrilegio”.
Se trata de “un álbum de laboratorio, en el sentido de que se investigó mucho sobre cómo arribar o abordar tal situación ya instalada en el inconsciente de los demás”, agregó el artista de 60 años, que los cumplió en marzo pasado.
“Esta obra llevó hacerla, literalmente, un año. Me permitió colaborar con un montón de artistas en muchas partes del mundo. Si bien parece un dato menor, conectar a través de la música no lo es jamás. La música es hoy uno de los instrumentos que permite conectar los corazones. Nos ayuda a salir de la ‘realpolitik’ o de los movimientos ligados a la captación de votos. Pasó de todo en el medio. Y lo que más quiere alguien de una odisea es que pase de todo y termine arribando a un puerto maravilloso. Es una obra política porque es un proyecto colectivo. Cuando los colectivos funcionan con un buen orden, puede aparecer algo muy hermoso”, aseguró el artista.
El músico rosarino, que produjo el disco junto a Gustavo Borner y Diego Olivero, destacó el aporte de Sofía Gala para definir la versión 2023 de El amor después del amor. Sucedió tras darle a conocer a la banda inglesa Spiritualized. Un rasgo que atraviesa al álbum son los arreglos orquestales, encarnados por la Czech National Symphony Orchestra, experiencia que llevó adelante a partir de Futurología Arlt (2022).
En cuanto a las colaboraciones, Páez reconoció que no hubo casting, pero a cada artista se le pidió algo concreto. “Todos ellos y todas ellas se comprometieron a full”, reveló.
Sobre la exposición que atraviesa, el cantautor contó: “Estos son los momentos para estar cool. Que se hayan acordado de vos un ratito no cambia nada. Lo importante son mis hijos, el amor, mis amigos, mi familia y mi vínculo con la banda. Es uno de los vínculos más hermosos que me dio la vida”.