El cine ha sido por más de un siglo un vehículo para abrir los ojos ante situaciones terribles (en el planeta y en nuestras cabezas) ligadas a la humanidad, que integramos, construimos y destruimos con la misma pasión. De vez en cuando, el cine también sirve para recordar otro lado, quizá opuesto, quizá relegado, el de la experiencia humana que enciende viajes espontáneos, sonrisas y abrazos.
Como sociedad y raza, parecemos al borde de un abismo, de una caída larga producto de una fractura humanitaria, violencia, conflictos, radicalización, racismo e impunes genocidios y actos de invasión. Pero por más que el futuro no parezca sino turbio, la revolucionaria esperanza se abre paso de formas inesperadas. A veces, se encuentra una noche, en la que un grupo de amigos empieza el último viaje antes de que la adultez se los lleve por delante. Pasearán hasta el océano, a 500 kilómetros de distancia. Para todos representa una frontera desconocida.
Una película como Gasoline Rainbow, de los hermanos Bill y Turner Ross, recién estrenada en MUBI, baila entre lo real, lo documental y lo que puede ser ficcional, y lo hace para grandes efectos. Quienes se entregan al viaje, sin afanes ni expectativas, sonreirán, reflexionarán, recordarán y conectarán. Pero hay que entregarse, esa parece ser su condición para compartir en su código único el mejor lado de la naturaleza humana, que muchas veces, si se tiene la fortuna de vivirlas, se resume en ideas como amistad, descubrimiento y empatía.
Esta road movie llena de alma, exploración libre y música (casi que condiciones de un género emocionante), sigue a cinco amigos de la generación Z, de un pueblo llamado Wiley, en el estado de Oregon, uno de muchos en la nada ambigua del noroeste estadounidense. A punto de graduarse del colegio, sabiendo que la vida lo separará, el “parche” decide montarse en una van maltrecha e ir en busca de la frontera desconocida. Luego volverán para a vivir el resto de sus vidas. Y en una calle cualquiera, con un semáforo particular, se señaliza el inicio y el fin de la aventura.
No todo sale como lo planean, porque no planean, solo van. Algunas cosas les salen bien, otras no tanto, pero el grupo de tres chicos y dos chicas fluye con el viento y no se descarrila en peleas o en amarguras. Quizá por eso, mientras manejan, mientras caminan, estos jóvenes atraen la energía de gente curiosa que les abre los brazos y les muestra el lado más luminoso de lugares que, en apariencia, no tienen magia alguna.
Para la gente que tuvo la fortuna de viajar con sus amigos, de ser marcada por esas vivencias, esta película la llevará inevitablemente a revisitar paseos de juventud, desde una perspectiva fresca, actual, y a la vez intemporal. Porque sí, el que reflejan los hermanos Ross es este mundo de teléfonos inteligentes, pero estos chicos están pendientes más el uno del otro que de la pantalla. Están presentes en esa experiencia común.
En el fondo, lo más sorprendente y gratificante de Gasoline Rainbow es que vemos juventudes bien intencionadas, que se tratan bien y tratan bien a su entorno, que encuentran desde su voluntad una armonía con los espacios que visitan por la casualidad en su travesía espontánea. Y todo esto se siente natural, y por eso fluye y funciona.
El espectador tiene que sumar su propio sentido de la libertad y de la paciencia, en esta odisea juvenil que trasciende la generación que retrata, porque retrata un espíritu sin época definida. Gasoline Rainbow, la historia de las no historias, película de personajes llenos de gracia, slice of parche cinematográfico, se sirve de una sensibilidad fotográfica genial, con encuadres memorables, y un sentido poético y rítmico de la edición; el viaje cubre casi dos horas.
Sobre la producción, hicimos parte de una mesa redonda de varios medios con sus directores, los Hermanos Ross (conocidos, entre otras películas, por Western, Bloody Nose Empty Pockets y Contemporary Color). La reproducimos enteramente pues las preguntas son muy pertinentes y, en sus respuestas, los directores iluminan mucho de quiénes son, de su proceso creativo y de qué los inspira.
“Entre más nos lanzamos al mundo, más sacamos de él: hay muchas epifanías allá afuera”
Por configurar retratos desinhibidos en lugares que retratan con mirada muy propia, sin importar las complejidades, apropiándose de las libertades líricas de su estilo, a los Ross se los ubica entre los cineastas estadounidenses independientes más innovadores de la actualidad. Su trabajo ha sido presentado en museos y festivales de todo el mundo, incluyendo la Berlinale y Sundance (donde estrenaron Bloody Nose Empty Pockets en 2020),. Recibieron el Premio Especial del Jurado por Western en 2015, un Spirit Award y han recogido elogios y aplausos en festivales como Full Frame y SXSW. En la charla con varios medios del continente sobre Gasoline Rainbow, esto compartieron.
Medios: ¿Qué tanto control hubo detrás de una película que se siente tan libre como esta?; ¿siguen guion, lista se escenas, estructura? Wim Wenders aseguró que el formato de road movie le gustaba porque no sabía a dónde iba la historia y podía cambiar el final si así le nacía...
HERMANOS ROSS: *Amamos a Wim Wenders, Kings of the Road y Paris, Texas están entre nuestras favoritas. Y antes que nada, gracias a todos por estar acá.
*Cada película es distinta.
*Antes de empezar a rodar, hacemos todo lo que podemos, le damos tanta cuerda a la película como podemos para luego soltarla y dejarla ser. Y ojalá lo pudieran ver, pero aquí en la oficina hay un muro gigante, lleno de inspiración fotográfica, con un análisis de los beats emocionales que esperamos (con énfasis en el esperamos) conseguir. Cada día sabemos dónde vamos a empezar y dónde vamos a terminar. Todo eso se hace, para luego dejarla irla. Por un lado esperas lograr lo que propusiste y aspiras a hacer, y por el otro, quieres lo contrario, que se alga de los planes. Porque, si hacemos bien nuestro trabajo, la magia se encuentra en hechos que jamás hubieras podido escribir. Mucho de lo que sucede en esta película no se me hubiera ocurrido, no hubiera querido que se me ocurriera.
Queríamos que estos chicos hablaran desde lo que son y el momento de la vida que atraviesan. Así que nuestro guion, nuestro outline de producción, se puede percibir en el filme, pero nada de lo genial del filme se puede percibir en esas páginas. Lo que fuimos asumiendo en la película pasada y ahora desde lo cual construimos esta fue que entre más energía e intención gastamos componiendo el escenario, más libre pueden ser todos en él. Y eso sucedió en Gasoline Rainbow.
Medios: Me gustaría saber sobre sus influencias... Se percibe algo de los filmes de Larry Clark, de Harmony Korine (Kids, Gummo) pero también de Tarnation de Jonathan Caouette y de películas de Richard Linklater (Dazed and Confused, Slacker). ¿Hay elecciones conscientes en torno a incorporar estos tonos?
HERMANOS ROSS: *Crecimos con esas películas, y las amamos... *Para esta película, particularmente, creo que no hay referencias directas a estas, pero sí tuvimos muy presentes películas como Touki Bouki... ¿qué estábamos viendo? *Muchas cosas distintas... Películas de Gus Van Sant también.
*Sobre las referencias específicas, sé que las hubo muy directas, pero ahora no me vienen a la cabeza. Y tenemos una lista de películas que vemos. Lo interesante de la pregunta es que pasamos un tiempo en el set de la última película de Linklater (recién estrenada en Netflix, Hit Man), hace más o menos un año, y le hicimos esa pregunta, en una de sus pausas. Primero, fue genial verlo trabajar: trabaja como se sienten sus películas. Se sienta, ve la escena, va y habla con sus actores, viene y habla con nosotros cinco minutos, regresa a su lugar; ve la escena, va a hablar con sus actores, viene a hablar con nosotros... Y sobre qué películas estaba viendo y sobre si usaba películas como referencia, tampoco logró respondernos.
Creo que tratamos de llenarnos la cabeza con tanto como podamos, música, libros, películas, porque en medio del caos, así no lo puedas articular, todo esto te está informando.
*Y tenemos ese muro de referencia del que hablamos, con muchas fotografías, mucho arte, pinturas, imágenes, tonos, colores, películas que hayan tenido el feel y el tono que se siente correcto, y grandes interpretaciones . Hablamos mucho de todo esto, y lo consumimos tanto como podemos antes de lanzarnos. Y eso conecta con el proceso que mencionamos: entre más preparados estamos para el momento del rodaje, más cosas pueden suceder y alimentar la película.
Medios: Indiewire dijo que su película es la respuesta de la generación tik tok a Jack Kerouac, otros dicen que es un On the Road actual, ¿pretendían hacer un retrato generacional?
HERMANOS ROSS (ríen): *Es demasiado audaz esa afirmación. Leí ese titular también, me sorprendió. Creo que si esa hubiera sido nuestra intención, seríamos un par de pretenciosos...
*Sí pasamos mucho tiempo leyendo a Kerouac y a los poetas Beat, siendo inspirados por esa era y por ellos, pero sucedió cuando éramos chicos. *Y no nos propondríamos hacer una película de las que definen una generación... *Además no hacemos parte de esa generación, ¿cómo carajos podríamos definirla?
*Lo que quisimos hacer fue poblar una película con personas que realmente nos decían algo y amábamos, y establecer las circunstancias para que pudieran brillar, para escucharlos. Nosotros no deberíamos hablar de su generación.
*Proponer el retrato generacional sería como reclamar una propiedad sobre ello. Pero sí teníamos curiosidad y queríamos escuchar a la gente que está creciendo en este momento. Ver qué estaban viviendo, cómo se estaban sintiendo, ver su respuesta ante algunas situaciones, conocer sus fronteras y los caminos que pretendían tomar. Y si les preguntas a ellos (aunque depende de a cuál le preguntes), no te dirían que hablan por su generación. Quizá Makai...
*Espero que les hayamos hecho justicia y espero que sus pares vean en esta película una que les pertenece. Desde nuestro lado, nació de un amor genuino y una curiosidad sobre ese periodo en la vida, estos paisajes, este momento en la historia y lo confuso que es. Ver lo que esta generación está haciendo en días en los que el mundo parece caerse a pedazos con pandemia, pospandemia, choques internacionales y un presente muy jodido en Estados Unidos. ¿Quiénes son los jóvenes que crecen en ese espacio? ¿Cómo se sienten? ¿Tienen esperanza y curiosidad? ¿Buscan aventuras? ¿Cuáles son sus sueños? Y en eso no nos queríamos imponer, en absoluto, y tenemos nuestra propia respuesta personal. Pero este es un acto vivo de curiosidad, el artefacto de esta experiencia. *Y sí, es bello que se te mencione en un panteón de dioses, pero no creo que nos pondríamos ahí.
Medios: Es difícil distinguir si se trata de un documental o una ficción, ¿por qué rodar de esta manera?
HERMANOS ROSS: *Es entretenido, da miedo y es hermoso, porque no sabes qué esperar. Y creo que vale la pena el estrés significa hacerlo así. Por ejemplo, en la película, cuando escuchan Enya en la van, no tuvimos nada que ver. Fuimos testigos. Es algo que yo jamás hubiera escrito, pero se desarrolló frente a nosotros y fue genial.
*De una manera práctica, también es una manera de retener autonomía. Hacemos estas películas manuales con todo lo que tenemos a nuestra disposición. Y para nosotros es muchísimo más interesante encontrar estrellas de cine en el mundo, antes que contratar estrellas de cine. Hay un mundo de gente muy interesante de gente allá afuera, con historias por contar. Y crecimos en un lugar que nos educó con historias, historias muy embellecidas. Y hay algo de verdad en ellas, pero también mucho color, cuidado y artesanía en contarlas. ¿Son esas historias ficciones o no ficciones? No me importa en absoluto, son grandes historias, y eso es lo que tratamos de hacer.
SEMANA: Cuéntenos sobre la música en la película, sobre la escogencia y sobre cómo la usaron...
HERMANOS ROSS: *Dejamos que los chicos dictaran toda la música en la película. La única que nosotros sumamos fue la canción del final y la banda sonora original (de Casey Wayne McAllister). *Quienes en la película ponían la música, la escogían; recuerdo que Clayton también puso “The Shire”, de The Lord of the Rings.
*Hubiera sido poco auténtico de nuestra parte dictar esas escogencias, porque, además, van en todas las direcciones. Y eso refleja la cantidad de intereses que tienen los chicos, el acceso que tienen a tantos periodos de música, refleja sus maneras de ser y la construcción su individualidad. Es fascinante, y me pregunto cómo será esto en el futuro. Nuestras elecciones culturales, como nos vestimos, lo que escuchamos, define a nuestras generaciones. Y entre más amalgamas rangos y cantidad, ¿cómo marcas la tuya?
Medios: ¿Hicieron viajes como el de los protagonistas? ¿Hicieron ese? ¿Cómo les fue?
HERMANOS ROSS: *¡Muchos viajes! Bill y yo hicimos el viaje tres veces antes de salir con los chicos. Pero, antes de eso, seguro me había trepado en algún tren. Los dos hemos recorrido Estados Unidos a dedo. Una vez navegamos el río Misisipi en un bote hasta que nos chocamos. Hemos andado en carretera, hemos hecho caminatas largas y tenido todo tipo de aventuras. Y esta película nace de una familiaridad con ese espíritu.
Nuestra intención no era la de hacer una road trip movie. Decidimos crear un vehículo que le permitiera a estos chicos salir y ser, una experiencia lineal que evoluciona a través del tiempo, junto con el paisaje. Y de nuestros viajes hemos aprendido que entre más nos lanzamos al mundo, más sacamos de él; entre más interactuamos con los demás, menos aislados nos sentimos y más aprendemos. Hay muchas epifanías allá afuera. Mucha gente nos recibió y se preocupó por nosotros, y jamás lo hubiéramos esperado. Y como para nosotros ha sido la mejor manera de aprendizaje, pensamos que sería la mejor manera de llevar a los chicos a abrirse, explorar, vivir momentos.
SEMANA: Sobre la gran secuencia en el tren. ¿Cómo la realizaron?
HERMANOS ROSS: *La verdad es que toda la secuencia del tren es una mentira. *Eso tampoco es cierto... *Ok, pero les prometimos a los padres de los chicos que los protegeríamos y que no correrían ningún riesgo. Y treparse y bajar de los trenes es peligroso en la vida real, salvajemente impredecible. Teníamos una semana para grabar todo lo que tuviera que ver con trenes. Así que las secuencias en los ferrocarriles son muy reales, pero nuestro hermano menor, muy talentoso, construyó un vagón impulsado por un camión. Entonces sí están trepados en un tren, pero fue un tren que construimos y controlamos. Así le pudimos dar continuidad. Además, no sé si han viajado en la parte de atrás de un tren, pero es demasiado ruidoso para rodar. Pudimos. *Esto fue producto de la magia de las películas. *Usualmente evitamos esta pregunta, pero qué carajos... *Estamos en desacuerdo en “la verdad”. Ríen.
SEMANA: Cuéntenos sobre el proceso de selección de los protagonistas y sobre si son amigos en la vida real...
HERMANOS ROSS: *Hicimos un largo proceso de selección, y como fue en pandemia, interactuar se hizo difícil. Dos amigas nos ayudaron, ellas fueron nuestras botas en el terreno. Hubo cientos de rostros que alcanzaron a aparecer en pantalla, y no sabíamos exactamente cuántas caras necesitábamos, eso fue cambiando entre tres, cinco, uno... necesitábamos encontrar personajes indelebles y que tuvieron aun dinámica fuerte entre ellos. Los tres chicos se hicieron amigos rápidamente, las dos chicas también, pero eran de pueblos distintos. Tomamos el riesgo de juntarlos a todos a ver si congeniaban, y de inmediato se hicieron un grupo y se olvidaron de nosotros. Cada uno tenía su personalidad y desde ahí jugaban, a veces antagonizando entre ellos, generalmente preocupándose por el otro.
Cuando eso sucedió, el resto cayó en su lugar. Porque escribíamos mientras hacíamos el casting y hacíamos el casting mientras escribíamos; y las locaciones determinan el casting y la escritura. Todo se retroalimentaba continuamente. Mentiría si digo que queríamos este grupo, pero este grupo fue el que encontramos.
SEMANA: Los paisajes del noroeste estadounidense son más que un trasfondo...
HERMANOS ROSS: *Es una región muy específica de Estados Unidos, en términos de paisaje y cultura. Y no la habíamos explorado en cámara antes, pero sí habíamos pasado mucho tiempo ahí, viviendo muchas experiencias como estas. También pensamos que era un lugar que se suele encasillar, homogeneizar desde lo político y desde su paisaje, pero cuyo panorama cultural es diverso, ecléctico. Ese parecía un trasfondo y una paleta interesante para hacer la película. Y juega poderosamente la mitología estadounidense, el ‘Oregon Trail’ (una de las principales rutas de migración por tierra de Norteamérica), la expedición de Lewis y Clark, que marcaron la frontera en su tiempo.
Y también juega la mitología cinematográfica que tiene lugar allá, My Own Private Idaho, Goonies, Stand By Me, las películas de Kelly Reichardt, Gus Van Sant, la música grunge con la que crecimos en los noventa. Y todo esto además de ser un gran lugar para rodar y hacer casting.