El ministro de Cultura iraquí, Hasán Nazim, describió el gesto como una iniciativa sin precedentes. “Se trata de la más importante devolución de antigüedades a Irak”, dijo por medio de un comunicado, en el que añadió que es “el resultado de meses de esfuerzos de las autoridades iraquíes junto con su embajada en Washington”.

Las 17.000 piezas, que en su mayoría datan de hace unos 4.000 años, viajarán en el avión del primer ministro iraquí Mustafá al Kazimi, quien vuelve a Irak el jueves después de una visita a Washington, donde se reunió con el presidente estadounidense Joe Biden.

La mayoría de las piezas reflejan “el comercio durante el período sumerio”, una de las civilizaciones más antiguas de Mesopotamia, según el comunicado del ministerio de Cultura iraquí.

Entre ellas destaca una tablilla de arcilla de 3.500 años de antigüedad, considerada “un bien cultural robado” que fue introducida de forma fraudulenta en el mercado del arte estadounidense, según el departamento de Justicia de Estados Unidos, que no especificó cuándo estará de vuelta en Irak.

La tablilla de arcilla contiene fragmentos de la “Epopeya de Gilgamesh”, considerada una de las obras literarias más antiguas de la humanidad. Narra las aventuras de un rey de Mesopotamia que quería ser inmortal.

La decisión judicial estadounidense “supone un paso importante para el regreso de esta obra maestra de la literatura mundial a su país de origen”, declaró el martes la fiscal Jacquelyn Kasulis, encargada del caso.

Las antigüedades iraquíes han sido saqueadas desde hace décadas, aprovechando los conflictos en el país, y principalmente la invasión estadounidense de 2003.

“Es imposible cuantificar el número de piezas robadas de sitios arqueológicos”, explicó a la AFP Qahtan al Obaid, director de Antigüedades y Patrimonio del Museo de Basora.

El saqueo suele ser obra del crimen organizado pero a veces está implicada la población local, que lo usa como un medio de supervivencia, dijo.