En su más reciente novela, Nunca, cuenta la historia de una escalada nuclear entre EE.UU. y China. Al principio del libro, cita un proverbio chino: “Dos tigres no pueden compartir la misma montaña”. Si Estados Unidos y China son dos tigres en una montaña, ¿dónde está Rusia en este momento?
Ken Follett: Antes de comenzar a escribir este libro, le pregunté a Catherine Ashton, ex Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en qué parte del mundo acechaba el mayor peligro en este momento. Su respuesta: Rusia. Pero no le creí. Estaba convencido de que Rusia ya no es una nación guerrera que quiere conquistar el mundo. Así que escribí una historia sobre un conflicto con China.
En el mundo real, ahora se ha desarrollado un peligroso conflicto con Rusia, pero la historia básicamente sigue siendo la misma: es la historia de una escalada, como en mi novela. Aunque Occidente no ha enviado soldados a Ucrania, Putin incluso ha puesto en alerta sus armas nucleares. Es precisamente este horrible proceso de escalada el que describo en “Nunca”.
“Nos relajamos, y eso parece haber sido un error”
En entrevistas anteriores ha mencionado que percibe que la amenaza de las armas nucleares es mucho mayor hoy que en la década de 1990.
K.F.: Toda mi vida está moldeada por la amenaza nuclear. Nací en 1949, cuando la Unión Soviética estaba probando su primera arma nuclear. Pero, en las décadas de 1980 y 1990, las cosas parecían estar mejorando, países de todo el mundo reducían sus arsenales nucleares. Supongo que nos relajamos un poco, y eso parece haber sido un error. Ahora, todos estamos construyendo nuevamente más armas nucleares.
¿Qué pueden hacer los escritores y artistas en una situación así?
K.F.: Bueno, escribí Nunca principalmente porque pensé que sería una gran historia. Esa es siempre la razón principal para mí. No soy un maestro y no soy más inteligente que mis lectores. Los lectores son gente inteligente, no quieren que les explique el mundo con mi dedo índice en alto.
Pero lo que sí tengo es imaginación. Y cuando imaginé una historia sobre tal escalada, me pareció emocionante, y también pensé que la gente estaría aún más interesada en ella si fuera plausible, es decir, si realmente pudiera tener lugar. Eso es lo que siempre hacen las novelas: nos ayudan a imaginar situaciones que nosotros mismos no podríamos haber imaginado, y hacen que esas situaciones parezcan reales. Ese es el milagro de la literatura.
El “milagro de la literatura”… y las mujeres
Un resultado de su imaginación en el caso de “Nunca” es que EE. UU. eligió a una mujer como presidenta. Las figuras femeninas siempre han jugado un papel importante para usted. ¿Cree que la situación en el mundo sería diferente hoy si más mujeres estuvieran a cargo de la política?
K.F.: Mi madre estaba convencida de eso. Siempre decía que si las mujeres estuvieran en el poder no habría guerra. Puede que esto no sea cierto en todos los casos, solo piense en la primera ministra británica Margaret Thatcher, que inició una guerra, pero creo que mi madre tiene razón en principio. La razón por la que el presidente de los EE. UU. en Nunca es una mujer es que quería mostrar que todos los políticos realmente están tratando de evitar una guerra. Y eso es más probable que se lo creamos a una mujer en la presidencia que a un hombre, pensé.
Sin revelar demasiado, ¿qué le hizo decidir terminar la novela de la forma en que lo hace?
K.F.: La escalada en Nunca es lenta, pero hay algo en ella que la hace ineludible. Cuando solo quedan 200 páginas para leer, sabes que los eventos han desarrollado su propia dinámica y ya no se pueden detener: deben conducir al abismo de la guerra nuclear. Esta es exactamente la lógica de la escalada.
En el mundo real, desafortunadamente...
¿Qué nos da esperanza en el mundo real, donde preferiríamos no estar al borde de una guerra nuclear?
K.F.: En el caso de la guerra de Rusia contra Ucrania, solo podemos esperar que los acontecimientos se desaceleren. Nuestra única esperanza es la desescalada en lugar de la escalada, y que la lucha no se extienda a países vecinos como Polonia, Hungría o Moldavia.
En su novela, el conflicto no es entre Rusia y EE. UU., sino entre EE. UU. y la República Popular China. Muchos de sus libros también se publican en chino. ¿Aparecerá esto también en China?
No. Mis libros se venden muy bien en chino, lo que por supuesto me hace muy feliz. A menudo me reúno con mis editores chinos, que, antes de la pandemia, solían venir a la Feria del Libro de Londres. Por supuesto que les envié Nunca cuando estuvo terminado. Luego, no escuché nada de ellos durante un largo tiempo.
Finalmente, me enviaron una respuesta que decía: Desafortunadamente, creemos que este libro no se podría publicar “smoothly” (suavemente, sin problemas) en China. “Smooth” (suave) era una palabra muy inusual en este contexto. Creo que no querían decir cuál es probablemente el problema real: que el Partido Comunista Chino nunca permitiría que se publicara una novela así. Pero se expresaron más discretamente.
Una pregunta que no tiene que ver con geopolítica: en el Reino Unido, donde vive, se acaban de levantar las últimas estricciones contra el coronavirus. ¿Cómo fue poder reencontrarse con los lectores, si ya lo ha hecho desde que se publicó la nueva novela?
Todavía no lo he hecho, no. Mi Gobierno en este país puede pensar que está bien volver a la normalidad, pero no comparto esa opinión. Muchos de mis compatriotas tampoco la comparten. Todavía uso una máscara cuando me encuentro con personas que no son mi familia inmediata y evito grandes multitudes. Las personas que veo regularmente se testean varias veces a la semana, y yo también. No creo que sea el momento de abandonar las medidas de protección todavía. Boris Johnson cree eso, pero creo que está equivocado, así que me quedo con las bien conocidas medidas. ¿Será posible volver a encontrarme con los lectores? Solo el tiempo puede decirlo.
“Nunca” es la novela número 37 de Ken Follett, que se publicó en español (Plaza & Janés), como en alemán, el pasado noviembre de 2021. Según su editorial alemana Bastei Lübbe, la edición mundial de los 37 libros de Ken Follett, que se han publicado en más de 80 países y 40 idiomas, supera los 181 millones de copias. Sus libros más famosos incluyen Los pilares de la tierra, El tercer gemelo, El ojo de la aguja y muchos más.
*Entrevista realizada por Christine Lehnen de DW..