Dentro de los pilares fundamentales de la creencia religiosa se encuentra a Dios como proveedor, puesto que según las Sagradas Escrituras, en el libro del profeta Hageo capítulo 2 versículos 8 al 9, Él mismo dice:
“Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos”.
En este sentido, el texto bíblico insta a los creyentes a no preocuparse por las necesidades económicas, porque Él se encargará de la provisión, tal y como lo expresa, Mateo 6:25 -27:
“»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?”, se puede leer en la Nueva Versión Internacional (NVI).
De esta manera, la oración que se ha popularizado es el Padre Nuestro registrado en el evangelio de Mateo 6:9-15:
“»Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores. Y no nos dejes caer en tentación, sino que líbranos del maligno”, precisa.
Oración para tener bienestar económico
El sitio web Unidos en Oración, comparte la siguiente oración milagrosa para tener bienestar económico:
“Glorioso Señor, es hermoso saber que eres mi Padre y velas por mí día y noche. Me siento muy agradecido contigo porque cubres todas mis necesidades, no me falta nada, tengo todo lo justo. Gracias, Señor, por el maravilloso don de la vida, porque la rodeas de personas hermosas que conforman mi familia y me apoyan constantemente a salir adelante.
Hoy, envuelto en tu presencia, vengo a pedirte de corazón que me ayudes con lo que estoy emprendiendo. Pongo toda mi fe y mi confianza en Ti, coloco todas mis esperanzas e ilusiones, entrego a tu divina misericordia, Señor, para que todo se multiplique en grandes frutos después de las inversiones que he realizado.
Porque como dice tu Palabra es indispensable buscarte primero para que luego todo venga por añadidura, enséñame a poder sacarle provecho a todas las habilidades que me has brindado, a no tener miedo ni vergüenza de multiplicar los dones que me has otorgado, pues en una bendición que derramas sobre mí.
Sé muy bien que el amor es mucho más importante y trascendental que el dinero, pero éste también es necesario para poder mantenerme en la realidad que existe en este mundo, no te pido riquezas, solo que todo pueda ser próspero para mí, que mi trabajo pueda ser exitoso al ser valorado por todo el esfuerzo que le pongo día y noche. Bríndame todo lo que es justo y necesario mi Señor, para no perderte de vista... Amén”.