Perdonar es un atributo divino que consiste en disculpar a alguien de la culpa por una ofensa o delito. Las sagradas escrituras se refiere a que el Señor manda a arrepentirse de los pecados y procurar su perdón.

Además, la Biblia específica que el pecado es una carga pesada que trae la tensión de culpa y la angustia de saber que ha obrado contra la voluntad del Padre Celestial. Con ello, viene un remordimiento persistente al darse cuenta que debido a las acciones se puede haber herido a otros y evitando recibir bendiciones de Dios.

Confesarle los pecados a Dios permitirá que se sienta aliviado. | Foto: small_frog

Ante esta situación, es importante mostrar un verdadero arrepentimiento, pues de esta forma podrá evadir el sufrimiento y el dolor que causan los pecados. Tenga en cuenta que Dios está siempre dispuesto a escuchar y perdonar.

Ahora, la mayoría de personas asisten donde un sacerdote para que lo libere de aquel mal y él coloca una penitencia que debe cumplir. Sin embargo, desde la casa se puede hacer una oración que ayuda a comunicarse con el Todopoderoso y confesarse directamente con él, es así como sentirá alivio, consuelo y dicha.

Oración para pedir perdón por los pecados

Oh Dios bueno y eterno, Altísimo Señor, en este día vengo ante ti porque creo en tu presencia, creo en tu amor y en tu Santísima Misericordia, creo en que tú estás a mi lado guiándome y acompañándome cada día de mi vida.

Yo creo en que tú sabes mi sentir, mi pensar y mi actuar, pues a ti nada podemos ocultarte, Señor. Tú lo conoces todo y sabes en tu corazón todas las veces que actuamos bajo tus divinas enseñanzas, pero también sabes todas las veces que hemos caído, que hemos sido débiles y que te hemos fallado, Señor.

La oración es una manera de mostrarle fidelidad a Dios. | Foto: Getty Images

Es por eso que en este día vengo arrepentido a pedirte perdón, Padre, con un corazón contrito vuelvo a ti y te pido que me perdones por aquellas faltas cometidas, por aquel pecado que tanto daño me hace, no solo a mí, sino también a todos los que me rodean y sobre todo a ti, mi Dios maravilloso.

Reconozco que soy débil, amadísimo Señor, la fuerza de voluntad no me alcanza para evitar caer en tentación, para no ceder ante las instigaciones del enemigo.

Perdóname, Señor adorado, por todas las veces que te he fallado, por todas las veces que te he prometido que ya no lo iba a hacer y volví a caer una y otra vez. Perdóname, Santo Padre, por las mentiras que he dicho, por mis malos pensamientos. Perdóname por sentir odio, envidia o rencor, por sentir celos de la bendición ajena y por aquellos deseos profundos que no son dignos de ti, Oh precioso y bendito Señor.

Te pido perdón, también mi Dios, por todas las personas a las que les he causado dolor o tristeza con mis palabras o con mis actitudes, por aquellas heridas que he provocado en mis familiares, en mis amigos, en mi pareja, y hasta incluso, en mis hijos. Perdóname papá Dios, te lo pido por favor, por no ser un ejemplo para los demás. Me siento tan pequeño, tan miserable, que solo puedo reconocer mis faltas, Señor y mirar a lo alto del Cielo para darme cuenta de cómo es que me he alejado de Ti a causa de mi pecado.

Perdóname Señor, por haberte decepcionado, por dejar que mi temperamento se salga de control, por caer una y otra vez en los mismos errores. Hoy vengo ante ti a clamar a tu misericordia, Señor, porque sé que tu bondad no conoce de límites, porque sé, que tú eres el único que me puede ayudar a cambiar mi vida, a encaminarme por caminos de bien y bendición.

Perdóname si he faltado a Tu nombre y a tus mandamientos. Perdóname si con mis acciones te he dicho que no te amo, pero quiero decirte ahora en mi oración, Señor, que te amo con todo el corazón, que estoy realmente arrepentido y quiero cambiar, quiero que me des una nueva oportunidad para seguir adelante, porque sé que eres un Dios justo y misericordioso.

La oración puede ayudar a despejar los pensamientos que causan desesperación en las personas. | Foto: copyright 2022 Rafa Elias

Sé que Tú siempre guardas un lugar para el que se arrepiente de sus faltas, es por ello que me presento ante ti con todo lo que soy y todo lo que tengo, sin máscaras ni pantallas, pues me reconozco pecador, pero también sé que por tu bendita misericordia, seré restaurado, porque sé que tú no me sueltas ni me soltarás y me levantarás con tu Diestra victoriosa.

Yo estoy convencido de que escuchas mis plegarias, de que tú siempre estás atento a nuestras súplicas, por favor no apartes tu mano amorosa de mí, no me sueltes nunca, Padre, porque yo sin ti estaría perdido en medio de la tristeza, del pecado y la desolación. Muchas gracias por escucharme y gracias porque sé que Tú me estás perdonando, porque sé que tú sabes que mi arrepentimiento es sincero y me brota del corazón.

Gracias Señor, porque tu misericordia no tiene límites, porque tú haces nuevas todas las cosas. Gracias por mirarme con amor a pesar de mi fragilidad, a pesar de mi pecado, muchas gracias Señor amado por recibir de nuevo este corazón que solo quiere amarte y adorarte todos los días de su vida, en el nombre perfecto de Jesús, Amén.