Se trata de la Coronilla de la Divina Misericordia, una devoción católica que se basa en las apariciones cristológicas de Jesús expuestas por Santa María Faustina Kowalska, mejor conocida como la Apóstol de la Misericordia.

Según la historia, Jesús le revela a la Santa Faustina el 14 de septiembre, día de la exaltación de la Santa Cruz, para enseñarle la Coronilla de la Divina Misericordia. Este consiste en unas oraciones rezadas con ayuda de un rosario.

Se trata de la Coronilla de la Divina Misericordia, una devoción católica que se basa en las apariciones cristológicas de Jesús. | Foto: James Pauls

Así se hace la Coronilla de la Misericordia Divina

En esta oración se debe tener en cuenta que la persona que maneje la letanía dirá lo que dice la letra D, mientras que el público responderá con lo que diga la letra T. Aquí la oración:

D: Misericordia Divina, que brota del seno del Padre. T: yo confío en Ti.

D: Misericordia Divina, supremo atributo de Dios. T: yo confío en Ti.

D: Misericordia Divina, misterio incomprensible. T: yo confío en Ti.

D: Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad. T: yo confío en Ti.

D: Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico. T: yo confío en Ti.

D: Misericordia Divina, de donde brotan toda Vida y Felicidad. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, más sublime que los Cielos. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que abarca todo el universo. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que manó de la herida abierta en el Corazón del Señor Jesucristo. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, insondable en la Institución de la Sagrada Eucaristía. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia. T: yo confío en ti.

Elevar las manos al momento de orar es un acto de agradecimiento a Dios. | Foto: Getty Images

D: Misericordia Divina, presente en el Santo Sacramento del Bautismo. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos justificas por los méritos de Jesucristo. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de toda la vida. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos abraza especialmente en la hora de la muerte. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra Vida. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos protege del fuego del Infierno. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores empedernidos. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, asombro para los ángeles e incomprensible para los santos. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria. T: yo confío en ti.

D:Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y gozo. T: yo confío en ti.

D:Misericordia Divina, que de la nada nos diste la existencia. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que abarca todas las obras de tus manos. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, en la que todos estamos inmersos. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, dulce consuelo para los corazones angustiados. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas. T: yo confío en ti.

Las oraciones son una forma de fortalecerse para enfrentar los problemas. | Foto: Constantine Johnny

D: Misericordia Divina, remanso de corazones y paz ante el temor. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas. T: yo confío en ti.

D: Misericordia Divina, que infundes esperanza, cuando perdemos la esperanza. T: yo confío en ti.

Oración final

¡Oh, Dios eterno!, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable; vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa, y aumenta, Tu Misericordia para con nosotros y en nosotros, para que, en momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentemos; sino que, con gran confianza en Ti, nos sometamos a Tu Santa Voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. Amén.

Oh, incomprensible e impenetrable Misericordia de Dios.

¿Quién puede glorificarte y adorarte dignamente?

Oh, Supremo atributo de Dios todopoderoso,

Tú eres la dulce esperanza del pecador. Amén.