Los problemas entre las parejas, independientemente de si ya hay o no hijos, son comunes en muchos lugares y, como explican desde la psicología, no se trata de lograr un matrimonio o unión ‘perfecta’, pues es ‘incierto’ cuando aparezcan las dificultades. Sin embargo, los especialistas destacan el poder de la comunicación para solucionar los conflictos.
Sumado a la intención de dialogar cuando hay puntos en discrepancia está, en numerosos feligreses, la fortaleza en Dios para salir adelante. Más allá de las adversidades, el llamado de líderes espirituales es a no perder la esperanza y buscar fortalecer el vínculo con el Ser Supremo.
También son varios los portales religiosos que suelen difundir plegarias para, rezadas con devoción, posiblemente ayudar (de acuerdo con los creyentes) a dejar atrás las constantes disputas y encontrar una solución pacífica a los conflictos. Una de estas está plasmada en el portal Hozana.org.
Oración para los problemas en casa
Amado Dios, en esta oración te abro las puertas de mi hogar para que habites en él, lo libres de todo mal y lo colmes de bendiciones. Señor, hoy te entrego en tus manos esta casa que tú algún día me concediste.
Te pido que entres en ella y te lleves todo mal, angustia o tristeza. Que la oscuridad sea reemplazada por el cálido destello de tu intensa luz y que en adelante solo reinen la comprensión, la salud y la prosperidad.
Padre celestial, hoy te abro las puertas de mi hogar, para que lo habites y bendigas con tu infinita misericordia y bondad. Haz de esta, mi humilde morada, tu lugar protegido, porque con tu protección de nada habré de temer.
También te pido, Señor, por aquellos quienes aquí moramos. Guíanos por caminos buenos y de ventura. Cada vez que salgamos de nuestro hogar, por favor, protégenos de los asedios y amenazas del mundo exterior y permítenos regresar a casa con la satisfacción del deber cumplido.
Llénanos de amor y sabiduría que nos permitan seguir adelante y salir victoriosos de los retos del día a día, y al terminar la jornada, danos la dicha de reunirnos nuevamente en nuestra casa para dar testimonio de tu entrañable bondad. Aleja las discusiones y los malentendidos y ayúdanos a ser una familia feliz donde solo exista amor.
Con mi corazón lleno de gratitud porque sé que has escuchado los clamores de este, tu humilde siervo, te doy las gracias, Padre celestial, creador del cielo y de la tierra. Confío en que tu manto de bendición y amor infinito pasará sobre mi hogar y mi familia, alejando todo malo.
Amado Dios, mi alma se deleita de saber que eres su Padre y que reinas y moras en mi hogar. Porque eres bueno e infinitamente misericordioso y porque quien se acerca a Ti con humildad y fe siempre encuentra respuesta a sus súplicas, te doy gracias Señor, Amén.