La oración va más allá de recitar algunas frases dedicadas a Dios con el fin de suplicar por la salud, la prosperidad o la protección espiritual. Este acto también encierra una conexión íntima con el Señor para dialogar con Él, desahogarse de todos los males que, por una u otra razón, no se siente cómodo en contarle a otra persona, y también para agradecer por todas las gracias recibidas durante el día o el año.

Asimismo, Dios, a través del don de la sabiduría, les ha revelado a personas que adoptaron el cristianismo como forma de vida un conjunto de oraciones que han permitido establecer una comunicación entre el Cielo y la Tierra para pedir por acciones en concreto, como la curación de una persona, la conversión de un familiar, o una petición especial de manera individual.

La sanación espiritual puede afectar positivamente al cuerpo de una persona. | Foto: Getty Images

De igual manera, el portal especializado Oraciones Milagrosas ha compartido tres poderosas oraciones para suplicar a Dios por la sanación espiritual personal, de algún miembro de la familia, amigo o conocido.

Esto, debido a algún tipo de rencor, sentimiento de culpa, abandono, o de una falta secreta, las cuales se deben recitar en un ambiente silencioso, y con mucha fe, para que la conexión entre el Señor y el creyente no se afecte.

  • Oración #1

“Santo Señor celestial, sé que tú me guías y me acompañas en cada trayecto de mi vida y sé que tu luz siempre está presta a iluminarme en mis momentos de oscuridad; sé, además, que tu piedad bondadosa se apiadará de este humilde servidor. Ante ti me hinco, señor, para pedir redención espiritual. Aleja de mis pensamientos el pecado y permite que tome tu camino de felicidad, prosperidad, dicha y amor. Dame fuerza y fe como solo tú sabes darla. Amén”.

  • Oración #2

“¡Oh santo padre bondadoso! Socórreme en este momento de tormento y permite que mi alma y corazón estén siempre a tu lado. Aparta de mi conciencia el mal y haz florecer el jardín en mi ser para que no coja el sendero equivocado en la vida. Dame una señal de que soy escuchado y permite que mi fe en tu nombre crezca como lo fue antaño. Sé que superaré este tormento por tu santa figura celestial. Amén”.

Las oraciones deben realizarse diariamente sin perder la paciencia ni la fe en Dios. | Foto: mtnSnail
  • Oración #3

“Dios todo poderoso, creador de todo lo que veo Y protector de los fieles en tu nombre. Ante ti acudo el día de hoy para pedirte que intercedas por mi conciencia espiritual; no permitas que la maldad envenene mi espíritu y aleja el pecado De mi mente para siempre. Sé que con tu mediación conseguiré la dicha eterna. Amén”.

Sin la fe no hay comunicación

Tanto los laicos, como religiosos y demás miembros de la iglesia, aseveran que la fe es el motor que influye para que se establezca una verdadera, y auténtica, comunicación con Dios. Por tal motivo, el orante debe contar con disposición, paciencia, serenidad y tranquilidad al momento de rezar ya que durante la oración Dios está escuchando a cada uno de sus fieles y prestando atención a las necesidades o acción de gracias que le dirijan a través de los rezos.

Orar es un acto que agrada a Dios y en donde la comunicación entre el Cielo y la Tierra toma forma. | Foto: Getty Images

Junto con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, existen otras figuras religiosas a las cuales los católicos acuden para pedir un milagro o una petición específica, y esta solicitud se la encomiendan a varios santos conocidos por sus acciones relacionadas con la petición, o a la Virgen María a través de las decenas de devociones con las que cuenta, como la Virgen de Fátima, la Virgen de Guadalupe y la Virgen de Chiquinquirá, contando esta última con un gran aprecio en Colombia, uno de los países que cuenta con una gran mayoría de católicos al igual que México y Brasil.