El estadio El Campín y Bogotá temblarán el sábado 15 de abril, por primera vez en Colombia se hará Monsters of Rock, el histórico festival creado en 1980 en Inglaterra y que ha contado con algunas de las bandas más impresionantes en sus carteles. Por supuesto, esta edición cuenta con leyendas que han recorrido el mundo durante las últimas cinco y seis décadas, es el caso de Kiss, Deep Purple y Scorpions (que estuvo presente en la primera versión), y junto a ellos Helloween y Angra: cinco monstruos que hacen temblar la tierra con su música.
En su cuarta y última (?) presentación en Colombia, Kiss llegará con la gira End Of The Road, en la que incluirá su famoso repertorio de clásicos, fuego y parafernalia, como lo ha hecho durante los últimos 50 años. Se espera que a las diez de la noche el cuarteto salte a la tarima a exponer lo mejor de su carrera musical, con éxitos como Detroit Rock City y Black Diamond. Gene Simmons, Paul Stanley, Eric Singer y Tommy Thayer se despedirán (?) de Colombia y continuarán su gira hasta culminar con dos últimas (?) presentaciones en el Madison Square Garden, en Nueva York, a comienzos de diciembre de este año. Sería la verdadera despedida de Kiss de los escenarios.
Previamente, a las 7:45 de la noche, Scorpions aparecerá (por tercera vez en Colombia) para sacudirlo todo; en esta ocasión, la agrupación alemana viene con su último trabajo, Rock Believer, lanzado el año pasado. Muy seguramente será un espectáculo que mezcle sus canciones clásicas con las de este nuevo álbum, que confirma que Klaus Meine y compañía no han perdido su estilo y contundencia. Presentación imperdible.
Deep Purple, tal vez la banda más legendaria del cartel, viene por segunda vez al país luego de haberse presentado en 2014. Y, contrario a lo que se piensa, no vive de su pasado, pues ha lanzado varios álbumes a lo largo de los años (el último es Turning to Crime, de 2021) y conserva a varios de sus miembros originales en su alineación. A las 5:30 de la tarde, la voz de Ian Gillan entonará canciones como Smoke on the Water y Space Truckin’, entre muchas otras de su amplio repertorio. Siempre valdrá la pena ver a leyendas de la música, y esta es la mejor oportunidad.
Desde Hamburgo, Helloween regresa para reavivar el fuego que dejó encendido tras su última visita a Colombia, en septiembre del año pasado, luego de un lleno total en el Movistar Arena. Las Calabazas iniciarán su presentación a las 3:25 de la tarde con lo más selecto de sus canciones (I Want Out, Power, Future World), siguiendo la línea de su gira United Forces, una ola de power metal que estremecerá el estadio El Campín y a sus asistentes. La tarde será más naranja que nunca.
Hay que estar preparados, la jornada comenzará con el primer monstruo: Angra, una de las bandas más reconocidas e importantes de Brasil y de Latinoamérica, hará su aparición a la 1:45 de la tarde y ofrecerá la primera descarga de música. Con más de 30 años de carrera, esta agrupación ha logrado un importante reconocimiento en buena parte del mundo gracias a su fuerza y virtuosismo, Nothing to Say y Carry On forman parte de la lista de canciones que seguramente llegarán a los oídos de los espectadores más puntuales. Latinoamérica también tiene sus monstruos.
En esta ‘cuenta regresiva’ hay que mencionar que las puertas del estadio se abrirán a las 11 de la mañana, por lo que se recomienda llegar temprano (además, hay concierto en el Movistar Arena y podría haber una confusión de filas). Al ser un evento de larga duración, lo mejor es ir con ropa cómoda, llevar impermeable (no está permitido el ingreso de paraguas, correas y objetos contundentes) y tener en cuenta que entre banda y banda hay un intervalo de 45 minutos aproximadamente. Otro punto importante para tener en cuenta es que está prohibido el ingreso a menores de 14 años, mientras que los menores de 18 años deben ir con un adulto y únicamente pueden entrar a la localidad oriental baja, sectores 15, 17, 19 y 21.
Por último, se dice y recomienda lo obvio: disfrute en paz este concierto único y que se hace por primera vez en el país. No todos los días se ve rugir un monstruo de cinco cabezas (o cinco monstruos, si lo prefiere). Y, desde ya, se empezará a cruzar dedos y esperar nuevas creaturas visitantes.