Todos los años, a mediados de noviembre, las emisoras y los canales de televisión nacional empiezan a transmitir jingles navideños. Para muchos, en medio de trancones, ocupaciones laborales y últimos días de estudio, esa es una señal clara de que se acercan las fiestas de fin año y de que pronto volverán las novenas, los buñuelos y la natilla. Algunos, de hecho, dicen en modo de chiste que su navidad no empieza hasta que no escuchan en la radio “De año nuevo y navidad, Caracol por sus oyentes…”, “La navidad, es todo aquello que nos hace recordar que la vida es bella…” o “RCN a todos sus amigos les desea todas las felicidades…”. Puede leer: Los curiosas imágenes escondidas en los logos 10 marcas famosas  Como todo jingle, hecho con melodías pegajosas y letras que se quedan por varios días en la cabeza, las canciones navideñas de las emisoras y de algunas marcas colombianas se han convertido en emblemas y, en algunos casos, han sobrevivido a varias generaciones, pues vienen sonando desde hace más de 50 años.

El pionero, en ese sentido, es el de Caracol Radio. La anécdota cuenta que en 1955, William Gil, uno de los fundadores de la cadena radial, viajo a México, el país que lideraba la transmisión de radionovelas,  para traer ideas e implementarlas en la emisora. Allá se encontró con que los saludos navideños eran bastante exitosos, así que cuando volvió a Colombia propuso que se hiciera lo mismo. La idea tuvo eco. El actor de radionovelas Jaime Trespalacios y la compositora tolimense Chavela Rubio se sentaron a pensar en una letra corta, pero impactante. Pocos días después presentaron su idea y el compositor Manuel J. Bernal la musicalizó. Una vez aprobada, el Trío Primavera (muy famoso para la época) grabó la primera versión, que se puso al aire en diciembre de 1955.

Fue un éxito. El jingle ha marcado a muchas generaciones de colombianos desde entonces y ha pasado por varias versiones, incluyendo una rockera que usa la emisora Radioacktiva. Puede ver: Ideas colombianas de la publicidad que aún brillan  Las otras dos grandes cadenas radiales, RCN y Todelar,  no se quedaron atrás y cada una grabó su melodía navideña y, con el paso de los años, incluso las emisoras más pequeñas lo hicieron y hoy hay una gran cantidad en la radio.

Hacia los años noventa, llegó la otra gran camada de jingles navideños, pero esta vez a la televisión. Las marcas aprovecharon sus espacios en la pauta y se inventaron canciones navideñas con el fin de crear una tradición: el Banco de Bogotá, Comcel, Chocolatinas Jet, etcétera…

Pero de esa última camada el más reconocido es el de Café Águila Roja. En los años setenta, la empresa tuvo un jingle muy exitoso sobre un granito de café que decía: “un granito de café al espejo se miró, yo quisiera ser muy grande... vino un hada muy bonita y cómo premio lo convirtió en café Águila Roja…”. Le recomendamos: Publicidades que han levantado ampolla Los creadores de ese jingle, los publicistas Fernando Parra y Pedro Chang, crearon luego una versión sobre paz (“que haya paz, que haya amor, con Café Águila Roja, alegría de sabor”) y otra sobre navidad, que es la que todo el mundo conoce. Ese jingle incluso se utilizó en televisión en un comercial de comienzos de los años noventa.

Pero la versión más conocida es de 1997: animada y con la voz de un niño. Un jingle del que se han hecho varias versiones y que aún hoy se escucha en radio y en televisión.

Estos son otros jingles que se quedaron por fuera en la primera versión de este artículo, pero que varios lectores recordaron en los comentarios del artículo y en las redes sociales: