Mafalda, uno de los personajes de historieta más queridos y exitosos del mundo, tiene 59 años y sigue más viva que nunca, a pesar de que su última edición se publicara en 1973. La icónica historieta creada por Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, permanece en la memoria colectiva de muchos y la personalidad osada y contestataria de Mafalda sigue siendo un referente incluso para los más jóvenes.
Seguidos por el interés en la vida de Quino y su legado con Mafalda, Disney+ y Star+ lanzaron al público Releyendo a Mafalda, una producción original de cuatro episodios, en la cual se repasan los orígenes, la expansión y la vigencia del icónico personaje de historietas a través de material de archivo inédito y entrevistas a miembros del círculo íntimo del célebre autor argentino.
La serie, nominada como mejor documental en la sexta edición del Festival Canneseries, recoge además exclusivos testimonios de reconocidos historietistas como Maitena, Liniers, Montt, Tute, Rep, Kemchs y Raquel Riba Rossi y propone una mirada fresca sobre un autor adelantado a su tiempo y a su icónica historieta.
A propósito de su lanzamiento en Argentina, Colombia, México, Perú y Chile, SEMANA conversó con Lorena Muñoz, directora de la serie documental, sobre su cercanía con Mafalda, con Quino, y los retos de la realización del documental.
SEMANA: Cuéntenos sobre su pasión hacia el personaje de Mafalda.
Lorena Muñoz (L. M.): Cuando nací, Mafalda ya estaba en mi casa. Yo creía que era por mis hermanos menores, pero realmente fue por mi papá, él fue el que trajo a Mafalda a casa. Yo aprendí a leer prácticamente con Mafalda, ella siempre estuvo, hizo parte del mobiliario de la casa. Después, cuando me mudé sola, me llevé las historietas, y cuando nacieron mis hijos, compré más libros y luego un volumen que se llama Todo Quino y siempre les leía a mis hijos y compartíamos en familia. Ese es el origen de mi relación con Mafalda.
SEMANA: ¿Tuvo la oportunidad de conversar con Quino sobre este proyecto?
L. M.: No, no pude. No lo conocí. Sin embargo, hay algo que me tranquiliza y es importante decirlo y es que Quino sí estuvo al tanto de este proyecto. A mí me convocan para este proyecto a finales del 2019, comienzos del 2020, pero el proyecto ya existía desde antes. La producción ya había estado en contacto con él y con sus representantes. Posterior a su muerte, algunos familiares forman parte del documental, como por ejemplo sus sobrinos y muchos amigos y colegas. Así que, aunque no lo conocí, siento como si lo hubiera conocido porque en el proyecto se fue construyendo de nuevo a esa persona.
SEMANA: En Releyendo a Mafalda hacen parte personalidades de todo el mundo. ¿Cómo fue ese proceso de convocatoria?
L. M.: Bueno, en la serie hay un grupo de producción muy grande. Yo soy la cara visible, pero detrás hay un grupo increíble, el proyecto además es preexistente a mí, es decir que ya había una propuesta de entrevistas. Desde siempre se pensaron en entrevistas muy plurales y variadas justamente porque eso es lo que pasa con Mafalda, que es transgeneracional, transcultural y transoceánica, que se ha traducido a más de 26 idiomas.
SEMANA: ¿A qué se debe la vigencia de Mafalda?
L. M.: Es un milagro. Por supuesto, se debe a la genialidad de Quino, su creador. Yo creo que tiene que ver con la intimidad y la humanidad que logran sus personajes, personajes que a su vez son tan variados, porque en ellos hay mucha diversidad y pluralidad. Yo creo que en las sombras y en las luces de esos personajes uno se siente identificado. Eso tiene que ver con que para quererlos y odiarlos tienes que identificarte con ellos. Quino los quería mucho y eso fue lo que nos transmitió a nosotros.
Mafalda finalmente es un poco de todo, no es solo de Argentina. Aunque sentimos que Mafalda es muy local y muy porteña, pero realmente no lo es, es impresionante porque a partir de una pequeña historia, Quino logró una gran historia e hizo que mucha gente se sintiera identificada y representada.
SEMANA: ¿Algún día se conocerá el verdadero nombre del papá de Mafalda?
L. M.: No sabemos y nunca lo vamos a saber (risas). Siempre ha habido esa duda entre los lectores, algunos decían que se llamaba Alberto, pero Quino dijo que no era así. Así que nunca lo sabremos. Pero, es muy lindo encontrar esa inquietud en el espectador.
SEMANA: ¿Qué fue lo que más la conmovió o sorprendió de dirigir Releyendo a Mafalda?
L. M.: Durante este proyecto descubrí un amor de Quino por el cine muy grande. Para mí fue muy novedoso cuando escuché que él decía que antes de dibujar lo primero que pensaba era dónde ponía la cámara. Entonces, eso me sorprendió mucho; especialmente para quienes nos dedicamos a hacer cine. Me conmovió mucho esa conexión con el cine que descubrí en él y que tiene toda una búsqueda y una profundidad en el cine kinético, que es una novedad dentro de las historietas.
SEMANA: ¿Cuál es la frase de Mafalda que siempre la acompaña?
L. M.: Me gusta mucho la frase en la que Mafalda le dice a la mamá: “¿cuándo vas a tener una vida?”. Y la madre está lavando ropa, fregando platos, con un pañuelo en la cabeza, siendo madre. Mafalda era un símbolo feminista.