Hay personas a las que un libro les cambia por completo la opinión que tienen de un tema o de una realidad en el mundo. A Mario Vargas Llosa le pasó eso pero con un artículo. En una conmovedora columna de opinión en el diario El País de España, el premio Nobel de literatura dice que desde que leyó un documento de Héctor Abad sobre el proceso de paz en Colombia comenzó a “ver claro donde todo parecía borroso”.El escritor peruano confiesa que hasta ese momento no creía tanto en los diálogos con las FARC, pero que “la impresión que me ha causado (el artículo de Abad) me acompañará mucho tiempo”.A Vargas Llosa le impresionó la recopilación de anécdotas familiares con las que Abad soporta la tesis de por qué está tan jugado al Sí en el plebiscito del próximo dos de octubre. Cuenta que el escritor, quien perdió a su padre por cuenta de la guerra, menciona la situación de su excuñado, un hombre que fue secuestrado dos veces por las FARC.Puede leer: "A los del Sí les digo que no humillemos a los del No": Héctor AbadAbad aseguraba en su texto que él, “comprensiblemente” para Vargas Llosa, votará No en el plebiscito, no por estar en contra de la paz sino porque quiere que “esos tipos paguen siquiera dos años de cárcel”. Explica el nobel que a este colombiano, como a muchos otros “le subleva que el coste de la paz sea la impunidad para quienes cometieron crímenes horrendos de los que fueron víctimas cientos de miles de familias”.El escritor paisa, en cambio, asegura que a pesar de ser víctima de la guerra él votará Sí. Vargas Llosa explica que cree que esa posición es la correcta para que “después de más de medio siglo, los colombianos puedan por fin vivir como gentes civilizadas, sin seguirse entrematando. De lo contrario, la guerra continuará de manera indefinida, ensangrentando el país, corrompiendo a sus autoridades, sembrando la inseguridad y la desesperanza en todos los hogares”.Vargas Llosa hace un recuento por varios procesos de paz del mundo y asegura que la única forma de saber si el de Colombia va a funcionar es “poniéndolo en marcha” y “haciendo todo lo posible para que lo acordado en La Habana, por difícil que sea para las víctimas y sus familias, abra una era de paz y convivencia entre los colombianos”.Asegura que “el aire del tiempo ya no está para las aventuras guerrilleras que, en los años sesenta, solo sirvieron para llenar América Latina de dictaduras militares sanguinarias y corrompidas hasta los tuétanos”.Y al final concluye que si él fuera colombiano votaría que Sí. “Yo no lo tenía tan claro antes de leer el artículo de Héctor Abad Faciolince y muchas veces me dije en estas últimas semanas: qué suerte no tener que votar en este plebiscito, pues, la verdad, me sentía tironeado entre el sí y el no. Pero las razones de este magnífico escritor que es, también, un ciudadano sensato y cabal, me han convencido”.Lo que no sabe el premio Nobel es que ese texto también convenció a ese excuñado de Héctor Abad que pensaba votar que No. Una vez fue publicado este llamó al escritor colombiano y le dijo que le había conmovido tanto su escrito que había cambiado de parecer y le iba a dar un Sí al plebiscito el próximo dos de octubre.