La cineasta colombiana Camila Beltrán era una chica de 13 años en 1996, cuando Bogotá vivió con nerviosismo una fecha que parecía diabólica, y de ese recuerdo sacó la inspiración para rodar Mi bestia, presentada este viernes en el Festival de Cannes.

El 6 de junio de 1996 iba a aparecer el diablo, creían algunos en Bogotá, un rumor que además fue retomado por medios de comunicación. “Partí de algunos recuerdos, de atmósferas muy precisas, cuando todo giró en torno a la profecía”, explica esta directora de 40 años a la AFP. “Hubo una histeria colectiva o, en todo caso, así lo recuerdo yo”, cuenta.

Mi Bestia tiene lugar en 1996, en pleno periodo del racionamiento eléctrico. | Foto: Camila Beltrán / Mi Bestia

En Mi bestia, que concursa en la sección paralela ACID en el Festival de Cannes, Beltrán decidió combinar ese recuerdo con la entrada en pubertad de una niña, Mila. Interpretada por una joven sin ninguna experiencia de actuación (Stella Martínez), Mila asume ese lado “animal” que históricamente se ha podido vincular a la menstruación femenina.

En una Bogotá atemorizada, en la que además el peligro de una agresión sexista era muy posible, Mila cree que la profecía está vinculada a lo que le está sucediendo. Pero enfrenta sus miedos y descubre su poder.

“El hecho es que la solución está dentro de uno mismo, en no ser una víctima, sino en ser realmente actor”, afirma la directora. - “El horror está en el mundo” -

Mi Bestia tiene lugar en 1996, en pleno periodo de racionamiento eléctrico. | Foto: Camila Beltrán / Mi Bestia

Stella Martínez “empezó a intuir desde el principio qué era lo que yo estaba buscando”, afirma la cineasta. “Y entonces digamos que actuaba todo el tiempo frente a mí”, apunta.

Mi bestia es la ópera prima de Beltrán, que ha hecho películas experimentales hasta la fecha, y ha sido montadora del próximo filme del colombiano César Acevedo, premiado en Cannes como mejor director novel en 2015 por La tierra y la sombra.

“¿Qué significa ser mujer en la sociedad colombiana? Quería mostrar que la regla es algo que casi salva a Mila”, explica. “Es una especie de poder que tiene, que la fascina y que ella decide asumir hasta el fondo”.

Camila Beltrán, cineasta colombiana | Foto: Archivo Personal

Hechos como la menstruación están siendo visualizados cada vez más frecuentemente en el cine femenino. La Semana de la Crítica de Cannes premió el año pasado Tiger Stripes, una película malasia que habla también de ese tema, que aún es tabú en muchas sociedades. Esta película de Amanda Neil Eu cuenta la transformación en tigre de una niña que experimenta su pubertad, pero fue censurada en ese país islámico conservador.

“Recuerdo cuando la tuve (la regla)” por primera vez, reflexiona la cineasta. “Me asombró, fui consciente de que podía dar vida. Y recuerdo que me dije: ‘este asombro nunca se me puede olvidar’”. “El horror está en el mundo, no en ella, no en la bestia”, añade.

Buena crítica

La temática de Mi bestia, así como su factura y producción fueron destacadas por la crítica internacional presente en el Festival de Cannes 2024. Es el caso Olivia Popp, quien escribe para el portal especializado CineEuropa y aseguró que esta cinta: “Ofrece a los espectadores deliciosos toques de estética de género con toques de lo sobrenatural, pero su mayor logro es que Mi bestia permanece fresca e inesperada hasta el final”.

En su análisis de este largometraje producido por Felina Films y Films Grand Huit y coproducido por Ganas Producciones e Inercia Películas, añade que genera una sensación de “película de culto de bajo presupuesto de los años 1990 sin sacrificar la narración”. Destaca el uso de la técnica de velocidad de fotogramas lenta en varias secuencias, “colocando al público inmediatamente en el estado del protagonista, como si caminara sobre el agua”.

*Con información de AFP