Título original: Little Women Año: 2019 Director: Greta Gerwig Guion: Greta Gerwig Actrices: Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh Duración: 135 min Autoras como Susan Sontag y Ursula K. Le Guin en algún momento dijeron que Mujercitas, de Louisa May Alcott, había sido para ellas una especie de portal, un mapa que les reveló que escribir, publicar y tener una carrera como escritoras era una posibilidad. Y parece que esta película se ha impuesto una tarea parecida: reforzar la idea de que los oficios artísticos, además de sacrificados y difíciles, son posibles para su público. De hecho, entre los puntos que subraya esta nueva versión del libro clásico están los aspectos económicos y existenciales del oficio de escribir. La cinta comienza, justamente, con Jo (Saoirse Ronan) haciendo una pausa antes de abrir la puerta de un posible editor para sus textos. Después de una breve reunión y tras aceptarle un artículo con la advertencia de que si quiere seguir vendiendo historias de jovencitas es importante que las termine con matrimonios o muertes, la muchacha sale a correr. Lo hace por las calles atestadas de alguna ciudad del norte estadounidense del siglo XIX, en una carrera que es, a la vez, una danza triunfal. La alegría en esta película está ligada al movimiento, a correr, bailar, inventar. La historia central es bien conocida y ha sido adaptada numerosas veces —una de ellas en una serie animada japonesa—: la familia March vive digna aunque precariamente en un pueblo de Massachussets. Está compuesta por las hermanas Jo, que, además de querer escribir es curiosa y explosiva; Meg (Emma Watson), convencional y tranquila; Amy (Florence Pugh), que aspira a ser pintora, y Beth (Eliza Scanlen), que es tímida y toca el piano. El padre está ausente por ser un capellán con el ejército yankee y la madre (Laura Dern), coordina calmadamente las actividades de sus hijas.
Además del círculo familiar hay un vecino rico con un nieto de la edad de las muchachas, Laurie (Timothée Chalamet), que se vuelve parte de las actividades generales, de manera que los asuntos económicos se complementan con tramas románticas tejidas alrededor de las protagonistas. Alternando entre distintos planos temporales, la película atomiza la historia y establece una estructura sofisticada que contrasta la libertad y desenfado de las actividades infantiles con las cargas asumidas algunos años después. Es una decisión audaz que resalta las continuidades en el tiempo —las vocaciones artísticas, el cariño entre las hermanas, gestos particulares— mientras deja ver de forma concentrada cómo la amplitud de posibilidades de la juventud se va reduciendo con el tiempo.
La fortaleza de la película está en sumergirnos en la vida de estas mujeres, con sus transformaciones inevitables, capturando las relaciones entre ellas como unas especies de bailes en los que, a pesar de las adversidades, predomina el gozo y la esperanza. El segundo largometraje de la directora Greta Gerwig aparece como un triunfo dual: hace un retrato de las relaciones femeninas cuidadoso y rico que no traiciona las expectativas de las películas de época, en las que la nostalgia y atención al detalle tienen que ir acompañadas sin cesar por una música más explicativa de lo necesario.
La fortaleza *** Documental colombiano que retrata con gran inmediatez la vida de unos hinchas de la barra brava del Atlético Bucaramanga. 1917 ** ½
Película ambientada en la Primera Guerra Mundial que parece realizada en una sola toma. Loco por vos ** ½ Comedia romántica colombiana sobre las dificultades del amor entre una paisa y un bogotano. Abigail y la ciudad secreta * Película rusa de aventuras juveniles ambientada en un mundo en el que coexisten la magia y la tecnología.