Miguel Ángel Bastenier no solo fue un periodista, fue el maestro de los periodistas. Generaciones de jóvenes sedientos de conocimiento aprendieron de su experiencia y hoy le dicen adiós. El País, que fue por muchos años su casa, lo despidió con honores e informó que falleció en Madrid, su amada ciudad, a los 76 años como consecuencia de un cáncer de riñón que lo aquejaba.
Colombia estaba entre los afectos de Bastenier, tanto así que recibió la nacionalidad colombiana en 2002. Estaba tan informado del acontecer del país como de todo Latinoamérica. Una anécdota lo retrata mejor.
El primer día del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez el mandatario accedió a atender a dos medios en su avión. Uno fue SEMANA y el otro de El País de España. "Presidente, ¿al final todas estas reformas son para beneficiar a Carlos? ¿A cuál Carlos?" contestó un tanto confundido el Jefe del Estado.
Le recomendamos leer: "Colombia es un país de una susceptibilidad enfermiza": Bastenier "Al Castaño, al Castaño ese", le dijo para disgusto de Uribe. Muy bien informado y con la mayor naturalidad, Bastenier le dijo que no lo decía por hablar sino que tenía el convencimiento de que el fantasma del paramilitarismo iba a gravitar sobre su gobierno.
Bastenier, a quien Gabriel García Márquez definió como "un bruto inteligente", se caracterizó por un estilo analítico pero certero, basado en un profundo conocimiento de la realidad europea y latinoamericana y de los principales conflictos a nivel mundial. Gracias a ello, se convirtió en un referente para el periodismo en habla hispana, principalmente por su labor en el diario El País de España, a donde ingresó en 1982 y en el que ha ocupado diversos cargos, entre ellos, la subdirección de Relaciones Internacionales. En sus últimos días, Bastenier seguia vinculado a El País como uno de sus columnistas más destacados. Su último escrito lo publicó el pasado jueves, un día antes de morir.
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Bastenier se jubiló en 2006 después de trabajar en el Diario de Barcelona entre 1970 y 1974; Tele-Expres de Barcelona en el periodo 1977-78; El Periódico de Catalunya (1978-82); y finalmente en El País de Madrid. Pero su hoja de vida no acaba el día de su jubilación. Se concentró en la enseñanza, que desde tiempo atrás era su oficio. Fue profesor de géneros y Periodismo Internacional de la Escuela de Periodismo de El País y maestro de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano.
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Además, publicó dos libros sobre el conflicto árabe-israelí y otros dos sobre periodismo, "más algún otro que no quiero recordar", apuntó en su blog personal.
"De no haber sido periodista -lo que me parece dedicación más que suficiente- me habría gustado ser premio Nobel de Literatura para lo que, sin embargo, Nuestro Señor no me dotó adecuadamente. Soy católico no creyente; europeísta con fe últimamente algo maltrecha; y no me cabe duda alguna de que lo único que justifica, tanto para bien como para mal, la existencia de España es algo que llamamos América Latina. Como decía un poeta francés, pese a que soy inevitablemente español, por mi origen, y colombiano de devoción, mi verdadera patria es la lengua. La castellana o española, únicos sinónimos totales que conozco", escribió en su blog para cerrar, con la franqueza que lo caracterizaba, la descripción de sí mismo.
Bastenier supo reconocer la oportunidad que representan las nuevas herramientas y las redes sociales. Era el periodista de El País con más seguidores en Twitter. Y desde allí iba dejando pequeñas pistas para sus colegas. Estos son algunos de sus consejos escritos en 140 caracteres.