Título original: Don’t Worry He Won’t Get Far on Foot País: Estados Unidos Año: 2018 Director: Gus Van Sant Guion: Gus Van Sant basado en el libro de John Callahan Actores: Joaquin Phoenix, Rooney Mara, Kim Gordon Duración: 114 min Estreno: diciembre 27 En un momento de esta película un profesor universitario hace una distinción entre arte y técnica: “La técnica busca la perfección y el arte busca la expresión”, dice. Es extraño este breve desvío por el salón de clase —solo pasa una vez y no se elabora de ninguna forma—, pero sirve como una defensa tácita de los dibujos de su protagonista, que nada tienen de perfectos y sí mucho de expresivos. No te preocupes, no irá lejos es una biografía de John Callahan, caricaturista estadounidense famoso por sus líneas tembleques, su humor oscurísimo y por haber quedado parapléjico a los 21 años, en 1972. Habría que aclarar que este año lo encontré en su obituario que busqué después de verla, porque la película misma no ofrece un retrato lineal ni ordenado de su vida. Le recomendamos: ‘Los perros‘ La columna vertebral acá es el proceso que el mismo Callahan emprendió cuando, tras su accidente, entró en Alcohólicos Anónimos y siguió los 12 pasos para dejar su adicción. Podría uno pensar que se trata de una de esas historias de superación personal almibaradas, que burbujean en la franja maldita de un canal de cable, pero no, para nada, estaría uno equivocado. Y no lo es gracias al humor supremamente cruel de los dibujos de Callahan (algunos de los cuales se ven animados), a la actitud cáustica de su personaje (interpretado brillantemente por Joaquin Phoenix) y a la misma organización del material que se niega a ofrecer una resolución fácil a una vida tan complicada. El elemento central en la película es una anotación que Callahan repite tres veces y que tiene que ver con su madre, quien lo dio en adopción apenas nació. En la anotación dice que de ella solo sabe tres cosas: que era irlandesa-estadounidense, que era pelirroja y que era maestra. Y luego agrega una cuarta: que no lo quería. Vea también: La casa junto al mar La insistencia en este cuento, al que se regresa en contextos muy distintos, hace pensar que hay algunos asuntos esenciales en la vida de las personas, una especie de nudos, que son fundamentales y que resultan imposibles de desatar. La búsqueda, parece decir la cinta, no es solucionarlos porque la solución es imposible, sino algo que resulta al mismo tiempo más modesto y complejo: hacer las paces con él. En ese recorrido es fundamental el apoyo que pueden ofrecer otras personas enfrentando tareas similares, y eso lo encuentra en el grupo de alcohólicos anónimos al que llega (y que incluye personajes interpretados por Kim Gordon, bajista del grupo Sonic Youth, Jonah Goldberg y Udo Kier). El director Gus Van Sant, que oscila en sus películas entre búsquedas vanguardistas (Elephant, Gerry) y empresas más comerciales (Good Will Hunting, Tierra prometida), encuentra acá un equilibrio entre las dos, con una historia inspiradora pero irreverente, cruel y compasiva como las caricaturas del mismo Callahan que no tenían ningún reparo en reírse por igual, con su trazo inimitablemente tembloroso, de minorías y mayorías, de cojos, tuertos, obesos y, claro, de la gente en silla de ruedas. n

Roma ***½ Alfonso Cuarón regresa con una película inspirada en su infancia que sigue la relación entre una familia de clase media y su empleada doméstica. Un millonario con suerte **

Película escapista que celebra el capitalismo global acerca de un joven indio enamorado de la tienda multinacional de muebles Ikea. El asesinato de la familia Borden ** Chloe Sevigny y Kristen Stewart hacen una reinterpretación anémica de la famosa parricida estadounidense del siglo XIX. El gran tesoro **½ Historia de nobles, damas y caballos con pasiones, carreras y honor, escenificada en la Hungría del siglo XVIII.