En la cultura de la religión católica, un término que suele tomar relevancia entre los creyentes es el de la Sangre de Cristo; de hecho, se le atribuye a ello el poder sanador y milagroso por parte del todopoderoso, mediante la práctica de la oración.
De acuerdo con explicaciones compartidas en el escenario digital de la organización Compelling truth, la Sangre de Cristo aparece exactamente en cuatro momentos del Nuevo Testamento.
Una de las ocasiones más relevantes es en Pedro 1:18-19: “fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”.
Lo anterior quiere decir que la Sangre de Cristo es un rescate de los pecados, haciendo posible la salvación por la fe en Jesús. Entonces, al incrementar esta fe y espiritualidad ante el todopoderoso, aparecen las soluciones a cualquier tipo de problemas.
Por su parte, el blog All about Jesuschrist complementa que es posible que cada una de las personas, creyentes religiosos, tengan la protección y perdón que proporciona la sangre de Jesús. “Sin importar los pecados y ofensas que hemos cometido contra Dios, él nos ofrece este regalo a cada uno de nosotros”, recalcan los conocedores del tema cristiano.
En resumen, la Sangre de Cristo es tan poderosa que al haber muerto el hijo de Dios por la humanidad, es la muestra de que el poder divino está presente y, por ende, cada adversidad tiene una solución ante los ojos y la gloria del todopoderoso, los ángeles y los santos que lo acompañan.
En ese orden de ideas, existe una oración a la Sangre de Cristo, la cual funciona para expulsar todos los problemas. No obstante, es necesario recalcar que la cultura religiosa indica que la oración debe ser un acto de corazón, consciente, lleno de honestidad, paciencia y, sobre todo, confiando en Dios por encima de todas las cosas.
“Cuando los problemas nos invaden, a veces perdemos la visión de cómo encontrarles solución. Lo mejor es mantener la calma y sobre todo la fe en que Dios nos ayudará siempre a cargar nuestra pesada cruz. Así como dio la fortaleza a Jesús para llevar su cruz por nosotros”, consigna el portal Fieles a Dios.
Oración a la Sangre de Cristo para dejar los problemas en manos de Dios
La oración a la Sangre de Cristo se hace con el objetivo de que la persona mantenga la calma ante cualquier problema, haciendo que Dios actúe con su divina misericordia para que todo tenga una pronta solución.
A continuación, la poderosa oración a la Sangre de Cristo:
Poderosa Sangre de Cristo. Oh Señor Jesucristo, que por mis pecados moriste en la cruz. Además, soportaste las burlas y las humillaciones de soldados que no sabían lo que hacían, llevaste una corona de espinas que te causaron dolorosas heridas.
Te crucificaron a una cruz con clavos y con una lanza en tu corazón se le dio fin a tu vida. Pero luego Dios te resucitó y te hizo eterno en los corazones de los cristianos, que ahora son fieles seguidores de tu palabra.
Por eso hoy rendimos honor a la Sangre Derramada en la cruz, pues su derrame permitió limpiar nuestros pecados y hacernos puros de espíritu.
En momentos de adversidad consigo refugio en la oración, y es allí cuando siento que lo mejor que puede sucederle al hombre es sentir la gracia divina en su vida. Pues se llena el espíritu de cosas maravillosas que engrandecen las ganas de vivir en Cristo Jesús.
A veces siento no poder más, porque el peso de la cruz sobre mi espalda se hace tan pesado que de rodillas ante ti imploro piedad y compasión para que aligeres mi carga.
Limpia mi vida, mi alma, mi espíritu y mi existir de los problemas que me persiguen.
Padre Santo, tú que me bendices y me proteges, hoy imploro a través de la Sangre de Cristo derramada en la cruz del calvario para que me redimas y me perdones por los actos pecadores que he cometido.
Recuerda que soy humano y que intento ser tan perfecto como tú. Mi Jesucristo de paz y amor, tú como mismo Hijo de Dios, libranos de los problemas del mundo, con tu manto sagrado protege mi casa, mi hogar, mi trabajo, mis bienes, mi existir.
Por favor ilumíname en el camino del bien y de la bienaventuranza. Asimismo te pido, Señor Jesucristo, cúbreme con tu sangre, aléjame de todos los malos pensamientos y los problemas de la vida.
Porque todo lo ves, todo lo puedes y con tu infinito amor puedes sacar a los que creemos en ti, de la tristeza interior que aflige nuestras almas.
Amén.