La oración, en la creencia católica, es considerada un espacio de comunicación con Dios, el cual se genera en cualquier instante del día. Es el canal adecuado para exponer y entregar las intenciones más grandes del corazón, sin sentir temor o angustia.
Es de vital importancia que exista confianza y fe al momento de dirigirse a las figuras celestiales, las cuales interceden para que las cosas fluyan y den buenos resultados. Las palabras son primordiales para exponer los pensamientos y sensaciones del momento, por lo que esta herramienta espiritual es un refugio interno para muchos.
En el caso de esperar un cambio en la realidad, deseando abrir caminos y traer mucha prosperidad, es recomendable dedicar una oración a ciertas advocaciones que interceden y benefician en espacios personales. Ante el deseo de recibir bendiciones, se puede dirigir el pensamiento a los arcángeles, los cuales tienen un papel de mensajes de Dios.
Uno de los arcángeles más famosos es San Miguel, considerado una advocación de protección y bienestar, cuidando de los seguidores de esta fe. También es conocido como el protector de la Iglesia y el abogado del pueblo elegido de Dios, siendo la figura encargada de frustrar al demonio.
Las imágenes que retratan los artistas lo representan con una armadura, armas y unas grandes alas, mientras somete a Lucifer en el suelo y lo señala. Es de los más reconocidos y buscados por los creyentes.
El portal Santa Bendición compartió las palabras adecuadas para dirigirse a este arcángel y así atraer la prosperidad anhelada.
Oración al Arcángel San Miguel para prosperidad y abrir caminos en la vida
¡Glorioso San Miguel, mensajero eterno y fiel servidor de Dios!, tú que con la más grande obediencia, fuiste el encargado de anunciar a maría los designios de nuestro salvador.
Combatiente fiel y justo, que batallaste en la oscuridad, príncipe de la redención y luz en las tinieblas, conductor del emblema santo y defensor del cielo, te rogamos que seas nuestro protector y nos abras los caminos del bien, que podamos enfrentar diariamente nuestra lucha, y que nuestra espada sea la palabra santa, que ante el escudo de la presencia divina, todo lo malo se paraliza, y reine lo bueno en todo el mundo.
Aísla todo aquello que me impide avanzar, limpia toda la maleza que mi camino se encuentra, y que así yo pueda avanzar, progresando en mi vida espiritual, y sin dudar, pueda empezar a llevar tu devoción, donde quiera que yo vaya.
San Miguel Arcángel, envuélveme en tu armadura, protégeme de todo mal y peligro, que mi fe crezca y se acoja a la disposición santa, te pido que me cuides y me guíes por donde tú caminas, y que me ayudes a ser fuerte, y a entrar en el reino santo, para que pueda pertenecer a tus amigos y a tus devotos, que pueda yo desde hoy, decir gracias, te lo debo todo. Amén.