El Sagrado Corazón de Jesús es considerado una de las figuras más famosas y reconocidas de la Iglesia católica, debido a que es considerado un símbolo de amor divino y bondad al que acceden los creyentes. La devoción por él hace referencia a los sentimiento de Jesús, en especial a su amor por los fieles seguidores que están al pendiente de su palabra y sus enseñanzas.
El Sagrado Corazón de Jésus también destaca por ser centro de intenciones de algunas personas, las cuales acuden a él para que les ayude con líos difíciles y situaciones que parecen no tener salida. Lo importante es tener claridad en las palabras y entregar todo el momento para que interceda.
La creencia por esta figura va de la mano del pensamiento espiritual de adoptar los sentimiento de Cristo y llevar la vida de una manera transparente y genuina.
Existen algunas oraciones para comunicarse con el Sagrado Corazón de Jesús, depositando la fe y confianza para solucionar algunos problemas e inconvenientes bastante complicados. Lo importante es tener la tranquilidad y el espacio para comunicarse con él, entregando las peticiones más anheladas.
Esta es una de las oraciones para entablar el vínculo con este amor divino, buscando que los sucesos tomen otro rumbo y se logre un resultado positivo ante estos obstáculos que pueden aparecer día a día.
Oración al Sagrado Corazón de Jesús
Dulce y amoroso corazón de Jesús, dueño de mi alma, que la bondad de tu dulce corazón me asista, que la ternura que brota de tu compasiva mirada me otorgue las fuerzas necesarias para salir adelante.
Hoy, con toda mi fe, levanto mis plegarias hacia ti pues sé que para ti todo es posible, y aunque me falten los ánimos y me sienta abatido, aunque la dificultad me rodee y tenga mil problemas, tengo la seguridad de que estás vigilante a mi lado y puedes ayudarme a resolver todo lo que me duele.
Redentor y padre mío Jesús, tú que sufriste y moriste por nuestros pecados y estás sentado a la diestra de Dios en los lugares celestiales, ven a mi vida y llena mi alma de claridad, de tu inmensa clemencia espero el perdón de mis fallos.
Salvador y padre mío Jesús, tú que venciste la muerte y resucitaste, y tienes todo poder en el cielo y en la tierra, haz que no pierda jamás la fe y la esperanza, no me desampares ni me dejes, presérvame de enemigos, de malicias, males y peligros, auxíliame cuando veas que sufro y desespero y tiéndeme tus benditas manos en mis difíciles problemas.