Despedir el año es un momento especial para reflexionar sobre lo vivido, agradecer por las bendiciones recibidas y prepararse para los nuevos retos que están por venir. Una oración de agradecimiento es una manera significativa de cerrar el ciclo, conectando con la espiritualidad y expresando gratitud por cada experiencia, sea positiva o desafiante.
La gratitud es una práctica que ayuda a valorar lo que se tiene y a encontrar paz en medio de los desafíos. Despedir el año con una oración de agradecimiento permite reconocer los aprendizajes, celebrar los logros y dejar atrás aquello que ya no suma. Este acto de reflexión ayuda a prepararse emocional y espiritualmente para recibir el nuevo año con optimismo.
Preparar el ambiente para la oración
Antes de realizar la oración, es importante crear un ambiente tranquilo y especial. Encienda una vela, coloque música suave o elija un espacio en su hogar donde pueda estar en calma. Si es posible, reúna a su familia o amigos para compartir este momento de conexión espiritual y unión.
Oración de agradecimiento para despedir el año
Una oración sencilla y significativa puede ser:
“Gracias, Señor, por haber llegado al final de este año creyendo, confiando y amándote. Fueron muchas veces las que animaste mi fe, las que corriste a mi encuentro. Siempre sentí el calor de tu mano, aun en plena oscuridad.
Gracias, también, por esa fe que he conservado. Gracias por las ayudas, la compañía y la alegría que me han brindado las personas. Gracias por tantos ojos que me miraron, eso quiere decir que estuve presente.
Gracias por las tantas manos que se adelantaron a estrechar las mías, eso quiere decir que pude dar consuelo a los demás. Gracias por los tantos labios que me ofrecieron palabras y sonrisas, palabras que me animaron, eso quiere decir que tuve el don de la escucha.
Gracias por tantos oídos que me escucharon con atención, eso quiere decir que mis palabras también llevaron consuelo y fuerzas a los demás. Gracias, señor, por todo lo que he recibido, porque no fueron méritos míos, sino dones tuyos que me regalaste con tu misericordia.
Gracias, señor, por todas las fuerzas que me diste, para impulsarme a dar lo mejor de mí, y ofrecer a los demás esa misma fuerza y consuelo (…) Gracias, señor, por nunca haberme dejado allí, por darme las fuerzas para levantarme, para entregarme con más fuerza y ser testimonio de tu poder y amor.
Amén”.
Además de agradecer, la oración puede incluir intenciones para el año que comienza. Pida sabiduría, fortaleza y guía para enfrentar los retos que vendrán. Este acto no solo refuerza su fe, sino que también le ayuda a visualizar un futuro lleno de posibilidades.
Rezar en familia al despedir el año fortalece los lazos y crea un momento de conexión profunda. Cada miembro puede expresar en voz alta algo por lo que está agradecido, promoviendo un ambiente de amor y gratitud que llena el hogar de energía positiva.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.