La creencia en los ángeles cada vez se hace más fuerte. Y es que, desde épocas pasadas, se han considerado como seres divinos capaces de conectar a los humanos con Dios.
Además, también son catalogados guardianes, quienes tienen la labor de cuidar a las personas desde su nacimiento y hasta la muerte. Incluso, se ha asegurado que todas las personas tienen un ángel guardián, capaz de proteger en momentos de peligro y de dar consejo.
En el mundo espiritual también se habla de arcángeles y uno de ellos es San Miguel. Cada uno tiene un objetivo específico, y San Miguel es el encargado de proteger y de otorgar poder y fuerza. Su día es el domingo y su color, el azul.
Conectarse con él se puede hacer de diversas maneras. Una de ellas es la meditación. Las personas expertas en el mundo espiritual aseguran que lo ideal es hablar con él en su día, es decir, los domingos. Sin embargo, si hay alguien que necesita una conexión urgente, se puede pedir su ayuda en cualquier otro instante.
Lo que debe hacer es prender una vela azul, cerrar los ojos y comenzar a imaginar que su aura está cubriendo todo su espacio, además de proteger a sus seres queridos y a sus pertenencias. Cuando llegue a ese punto, lo que deberá hacer es darle las gracias por los favores recibidos, pero, también, extender sus nuevas plegarías.
Al finalizar su meditación deberá decir: “Así sea, así sea, así sea”.
Otra manera de conectarse es rezando. Tendrá que hacer la oración que encontrará a continuación, durante 21 días, preferiblemente comenzando el domingo. Pero al igual que con la meditación, si tiene un pedido urgente, podrá iniciar cualquier día.
Oración de San Miguel Arcángel
“Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales”.
“Humildemente te rogamos, te dignes librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor”.
“Que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad”. Amén.
Tenga en cuenta que al momento de orar, debe hacerlo en un lugar tranquilo y silencioso, pues así podrá escuchar sus propios pensamientos. Espacios como los jardines o las iglesias son ideales para realizar este tipo de actividades espirituales.
No olvide que la oración es un momento para transmitir problemas, pero también de agradecer. Así que lo primero que deberá hacer es dar las gracias por todo lo bueno que ha pasado en su vida. Agradezca por su salud, sus seres queridos, sus finanzas y el presente.