Dicen que el amor de un padre hacia un hijo es inigualable, y, sin embargo, hay un amor que seguramente se puede equiparar: el de un hijo hacia un padre.
¿Quién no ha orado a Dios para pedirle por la salud de sus papás? ¿Quién no ha acudido al Señor cuando ve a sus padres en problemas económicos, personales, espirituales, para que les sirva de guía? ¿Quién no ha rezado para que la compañía de su papá y de su mamá nunca le falte en la vida?
Orar, sin embargo, no se les da a todos. No todos tienen la misma facilidad de expresarse o la misma cercanía con Dios para hacerlo. En esos casos, lo que importa es la intención y seguir como ejemplo oraciones que han dejado otros para que las sigamos. Eso sí, una recomendación antes de orar: antes de pedir es necesario agradecer.
A continuación, una oración para pedir a Dios por los padres, sugerida por el portal Oración milagrosa:
Oración a Dios para pedir por los padres
“Amado Dios, hoy me presento ante Ti, con un corazón que desborda gratitud, a darte las gracias por mis maravillosos padres, pues en ellos siempre encontré abrazos llenos de bondad, palabras llenas de experiencia y sabiduría y fue con ellos que aprendí el significado del amor puro y desinteresado.
Señor, hoy elevo esta oración para pedirte que cuides de mis padres, pues ellos siempre necesitan de Ti. Te pido que seas como agua fresca de renuevo para sus vidas, por favor reestablece sus cuerpos, cólmalos de salud y permíteles vivir largos años entre nosotros. Dales fortaleza de espíritu y rodéalos con tu gracia y bendición, para que así, ellos puedan seguir compartiendo en nuestras familias por muchos años más.
Y sin importar su edad, por favor bríndales momentos de dicha y felicidad, sana las heridas que los años hayan podido causar en su espíritu y su corazón; por favor amado Dios, escucha siempre todas sus oraciones. Padre celestial, te pido también que a mí y a mi familia nos sirvas la gracia de un corazón agradecido que pueda amarlos sin límite, de tener paciencia para entender sus pedidos y afanes y que nuestras manos sean su sostén y también su abrigo.
Ayúdalos a que nunca sientan soledad en su alma, y si por algún motivo no pudiésemos estar físicamente con ellos, haz que la llama de nuestro amor sea tan intensa y tan honesta que la puedan sentir, aun estando en la distancia.
Señor, te suplico que cobijes a mis padres con tu manto de amor y bondad, hazlos sentir dichosos, enérgicos y llenos de Ti. Y a nosotros cólmanos de vida, amor y bondad para poder retribuirles desde lo más profundo de nuestra alma todos esos momentos maravillosos que han dejado grabados en nuestro ser, como huella indisoluble que permanecerá con nosotros para siempre, Amén”.