En momentos de quietud al final del día, cuando las preocupaciones del mundo se desvanecen y las luces se atenúan, muchos encuentran consuelo en la oración.
La Real Academia Española define las oraciones como “palabras con que se ora, generalmente sujetas a una fórmula establecida por la liturgia o el culto”. Las diferentes religiones tienen diversas oraciones para hablar y comunicarse con sus dioses o santos.
El cristianismo es una de las religiones más populares en el mundo. Dentro de ellas está la religión católica, la cual centra sus creencias en el Dios Padre, en Jesucristo, el Espíritu Santo, la virgen María y su esposo José.
Ante dichas creencias, muchas personas se aferran a las oraciones cuando pasan fenómenos meteorológicos, en donde en algunos casos son de extrema violencia que ponen en peligro a la población. Por ejemplo, como el huracán Idalia en Florida, Estados Unidos.
Por tal razón, la fe y las oraciones pueden ser una ayuda para estas situaciones extremas o desesperantes que van en búsqueda de protección y tranquilidad.
La iglesia católica indica que para recomendarse frente a los desastres naturales, está San Gregorio Taumaturgo, el cual se encarga de generar protección, tranquilidad y seguridad.
Este santo, es uno de los Padres de la Iglesia, ya que sus escritos contribuyeron a la formación de la doctrina católica. Según su historia, cuando era joven viajó a Cesarea, en Palestina, a acompañar a una hermana, donde hubo daños catastróficos y San Gregorio aconsejó a los cristianos que se escondieran para no tener peligro.
Oración a San Gregorio Taumaturgo
San Gregorio nació cerca del Mar Negro, de una familia pagana.
“Oh, San Gregorio Taumaturgo, siervo fiel de Dios y protector de los necesitados, en este momento de angustia nos volvemos hacia ti en busca de tu intercesión poderosa.
Tú, que has demostrado tu habilidad para obrar milagros en tiempos de peligro, te suplicamos que escuches nuestra súplica en esta hora de necesidad.
Enfrentamos las fuerzas impredecibles de la naturaleza, temblores que sacuden la tierra, vientos que azotan con furia y aguas que se desbordan sin control.
Te rogamos, por tu compasión y tu amor por la humanidad, que intervengas en nuestra defensa.
San Gregorio Taumaturgo, extiende tu manto de protección sobre nosotros. Alivia nuestros temores y bríndanos seguridad en medio de la adversidad.
Ruega por nosotros ante el trono de la gracia divina, para que podamos encontrar fortaleza en nuestros corazones y calma en nuestra mente.
Que tu poderosa intercesión disipe las tormentas y aleje los peligros que nos amenazan.
Guíanos hacia la unidad y la solidaridad en este tiempo de crisis. Inspirados por tu ejemplo de fe y amor, enfrentamos estos desafíos con esperanza y confianza.
Oh, San Gregorio Taumaturgo, escucha nuestras oraciones y acoge nuestras súplicas. Concédenos la gracia de superar los desafíos de la naturaleza y recordarnos que, en medio de la tempestad, siempre hay un refugio en la fe. Amén”.
Otra oración a San Miguel Arcángel
Para pedir la protección del Cielo:
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales.
Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor.
Que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.
Amén.