En el mundo, millones de personas siguen la cultura de la religión, razón por la que la mayoría busca incrementar la fe y espiritualidad. Para ello, existen diferentes prácticas, como ir a la iglesia, pero la que lidera por encima de todas es la oración. Los creyentes catalogan a la oración como un encuentro con el todopoderoso para arrepentirse, agradecer y pedir bendiciones.
De acuerdo con Bibliaon, la relación con Dios debe ser cultivada y mejorada conforme pasan los años, de modo que la oración puede ser vista como la puerta para recibir su palabra y consuelo. Asimismo, “nuestro padre celestial sabe de antemano lo que necesitamos, pero como a todo buen padre, a él le encanta escuchar la voz de sus hijos”, recalcan.
En muchos momentos se utiliza esta herramienta como un canal de comunicación, plasmando angustias, miedos, tristezas y dolores, los cuales se espera solucionar desde un escenario simbólico y religioso. Es fundamental realizar esta clase de actividades en lugares privados, tranquilos y especiales, manifestando completamente lo que se espera en términos personales.
Existen oraciones diferentes de acuerdo con la intención de cada creyente, por lo que es clave entenderlas, leerlas y repetirlas, buscando que la fe plasme los resultados esperados a futuro. Hay algunas específicas para la parte económica, otras para lo emocional y varias para lo relacionado directamente con la salud.
Cuando las personas presentan malestares, dolencias y enfermedades, es bueno tener acceso a unas oraciones que concentran sus palabras en proteger y sanar el cuerpo, evitando que se desaten daños más fuertes. Es recomendable hacerlas en momentos previos a una intervención quirúrgica y después de dichas cirugías.
Oración para los momentos de enfermedad
Fortaléceme, ¡oh, Dios!, para que pueda hacer lo que me toque hacer, y soportar lo que me toque soportar; esto así, aceptando tus dones de sanación a través de la pericia de los cirujanos y enfermeros y de las demás personas que me atiendan.
Sea restaurada mi salud, para que sea yo útil en tu mundo con un corazón agradecido; esto ruego. Amén
Oración para hacer después de una cirugía
¡Oh, Dios!, tu compasión nunca decae y tus misericordias son nuevas cada mañana: Te doy gracias por el alivio a mi dolor y por la esperanza de la salud renovada.
Continúa, te ruego, la buena obra que has comenzado en mí; sea que, aumentando a diario la fortaleza de mi cuerpo y regocijándome en tu bondad, pueda de tal manera ordenar mi vida y conducta, que siempre piense y haga lo que te agrada; por la misericordia de tu amor te ruego. Amén.