Orar es una de las prácticas más significativas e importantes dentro de la fe cristiana y católica, ya que es el canal de comunicación con Dios y los santos. Es la forma en la que se pueden depositar los anhelos, intenciones y preocupaciones, de manera que exista un alivio interno y personal.
Es importante hacerlo con mucha tranquilidad, seguridad y confianza, conectando realmente con la fuerza espiritual y divina que hay en otro plano celestial. En estos instantes es donde se depositan las plegarias, los deseos, los proyectos y los agradecimientos, dejando que las energías fluyan de manera positiva.
En varios momentos se ha plasmado que todos estos diálogos con Dios se deben realizar bajo el amor, el respeto y la fe, evitando tambalear en incredulidad. De hecho, el portal Píldoras de fe puntualizó en que la fortaleza y la estabilidad emocional se podían adquirir con estas prácticas, refugiándose en el altísimo y en sus obras de bien.
Hoy te invito a dejar de lado la duda, la incredulidad. te invito a creer con firmeza que Dios está interesado en tu situación, que todo lo que te pasa le importa pues es tu padre, te ama y tiene preparado lo mejor para ti. Él te dará mucha fortaleza en medio de las pruebas para que así salgas vencedor en todo lo que te propongas”, reseñó el espacio.
Existe una oración precisa para los momentos complejos y llenos de adversidades, la cual se convierte en un escenario para tranquilizar el corazón y depositar las angustias en Dios.
Oración para la fortaleza y superar las adversidades
Oh, buen Jesús, gracias por permanecer a mi lado en todo momento, sobre todo en aquellos en que me siento derrotado por las tempestades en las que a veces creo que voy a sucumbir.
Te entrego todo lo que estoy viviendo y todo aquello que ha puesto freno a mis deseos de superación. Bendice mi trabajo, mis esfuerzos por intentar dar lo mejor de mí. Te alabo y te bendigo por todas las cosas que me das y por todo el amor que me regalas.
Señor mío, sé que cuento con tu bendición y con tu protección en medio de las tribulaciones de la vida. Yo sé cuáles son mis debilidades y mis limitaciones, todos esos errores que me llevan a faltarte y a faltarles a mis hermanos, pero aun así me amas y me buscas, sin que yo crea merecerlo.
A veces siento que pones a prueba mi fe, mil tormentas hacen tambalear mis pesadas, haciéndome perder el horizonte de tu amor; pero sé que al final me darás una prueba de tu gran amor y tu gran compasión, si aprendo a ser paciente ante tu aparente silencio y a tener confianza en ti. Amor, paciencia y confianza: lo que a mí me falta y espero de ti. Amor a ti y al prójimo, paciencia ante las pruebas que no faltan, confianza en tu infinita misericordia. Amén.