Cada día trae su afán, así reza un viejo dicho popular que es muy sabio, pues a diario las personas se levantan conociendo y sabiendo sus responsabilidades, tareas y preocupaciones. Es por eso por lo que la salud y la enfermedad se convierte en una de estas variables tan importantes para la vida de cada individuo.
Dicho lo anterior nadie programa enfermarse o tener una complicación en su salud, todo lo contrario. En la actualidad las tendencias de vida saludable se han incrementado en la vida de las personas, por lo tanto, entre más y mejores hábitos saludables se puedan tener, mucho mejor es para cada uno.
No obstante, muchas veces las personas dentro de su fe ignoran y olvidan que por medio de la oración se puede crear un canal directo con Dios para pedir a diario por la salud, no solo la personal, sino también por la de aquellas personas cercanas que pasan por un mal momento de salud o que esperan conservarse muy bien a lo largo de los años.
Es por ello por lo que dentro de la religión católica existe una oración que tiene mucha fuerza entre sus creyentes, pues la fe y la conexión con Dios hace que este tipo de plegarias tengan mucha potencia y lleguen a ser milagrosas. Es al Señor de los Milagros, al que muchos creyentes en Colombia le oran pidiendo por salud.
La devoción por el Señor de los Milagros se vive más fuerte en el departamento del Valle del Cauca, sobre todo en la ciudad de Buga, que es donde se encuentra la Basílica del Señor de los Milagros, la cual es el destino turístico más atractivo de la ciudad.
No obstante, sin necesidad de viajar a Buga, muchos creyentes oran todos los días esperando la ayuda del Señor de los Milagros en diferentes situaciones de la ciudad. Uno de ellos es cuando la salud propia o de un ser querido se encuentra en riesgo, por lo que la oración, se convierte en la fortaleza y el arma de los creyentes para combatir las enfermedades.
Esta es la oración que se debe realizar al Señor de los Milagros para pedir por la salud
¡Poderoso Señor omnipotente!
Señor de los Milagros que en honor a tu nombre has logrado calmar las dolencias del hombre, dando salud y bienestar al más necesitado de tu amor; hoy vengo de rodillas a tu altar a pedirte comedidamente, que por tu poder y amor infinito hacia nosotros tus hijos, logres iluminar el camino de (nombrar a la persona – enfermo por el que se pide en esta oración) para que brille en él, bienestar, salud y tranquilidad en su cuerpo y alma.
Aliviana con tu misericordia la cruz que estamos cargando convertida en enfermedad y has que encontremos la salida a este laberinto del que parece no haber luz.
No permitas ¡Oh, gran Señor de los milagros!, que perdamos la fe de encontrar tus señales y más bien, deja que tu sangre bendita cubra nuestras almas y nuestro pensamiento para obrar según tus enseñanzas, aceptando tus designios de amor.
Amén.