Uno de los santos más conocidos es San José, a quien Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Este santo, aunque no era padre natural de Jesús, José lo adoptó y Jesús se sometió a él como un buen hijo ante su padre.
De acuerdo con el portal web Corazones, San José es llamado el “Santo del silencio” y esto se debe porque los feligreses no conocen palabras expresadas por él, tan solo conocen sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional hijo. Cabe mencionar que José fue “santo” desde antes de los desposorios u desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.
Gracias a su poder divino, muchas personas acuden a este santo por medio de la oración para pedir distintas cosas. A continuación, el portal web Conexión Migrante, da a conocer 10 situaciones en las que se puede encomendar a San José:
- Cuando se anhela tener sus virtudes: las personas pueden pedir por estos dones, ser justos; dar a cada uno lo que le corresponde; ser discretos, no alardear, no presumir; obedecer la voluntad de Dios con prontitud y alegría, y estar cerca de Jesús y María.
- Cuando San José se dio cuenta de que María estaba embarazada, pensó en dejarla, pero no porque creyera que le había sido infiel, sino porque comprendió que había sido elegida para ser la Virgen que concebiría a un hijo y no se sintió digno de participar en ese plan de Dios. Por ello, desde esta experiencia los creyentes que se sienten indignos de un llamado que les hace Dios, sea a una vocación, un nombramiento, un ministerio, participar de algún apostolado, etc, le piden a San José una orientación clara.
- Otra situación para encomendar a San Jose es para encontrar una buena pareja, pues este santo fue el mejor novio y tuvo la mejor novia del mundo. También los propios novios pueden pedirle ayuda para vivir su noviazgo en castidad.
- Tanto los migrantes como los refugiados, exiliados, y todos los que se ven obligados a dejar su patria para ir a empezar de ceros en un país extranjero, pueden encomendarse a San José, pues él tuvo que huir a Egipto con María y el Niño, y tardaron años en poder volver.
- Las personas discriminadas, acosadas, torturadas y asesinadas suelen encomendarse a San José, que sabe lo que es tener que huir de quien odia a Jesús y quiere acabar con los que son de Él.
- Los obreros y en general todos los trabajadores pueden encomendarse a San José, quien supo ganar su sustento y el de su familia trabajando como carpintero.
- En general, todos los miembros de una familia pueden encomendarse a San José, dado que es el jefe de la Sagrada Familia, y puede ayudar a mantener unido el hogar.
- Las personas moribundas, o quienes los asisten, pueden pedir a este santo que les auxilie en su agonía y les ayude a morir como murió él, en los brazos de Jesús y de María.