Salvaguardar la vida de los más pequeños de los hogares es una acción que va más allá de protegerlos físicamente o de cualquier amistad que, como padre o madre de familia, sabe que no les conviene, por lo que una manera espiritual de prevenir que los hijos estén en malos pasos es a través de oraciones muy puntuales, con el fin de que la bendición divina los aleje de todo mal y peligro.

Por tal motivo, la Iglesia católica, conociendo la necesidad que los padres buscan suplir, encomendando los hijos a Dios, elaboró una serie de oraciones dedicadas a la protección de los más pequeños para cada etapa de su vida, desde que se encuentran en el vientre hasta cuando están afrontando la etapa de la adolescencia.

Por tal motivo, a continuación se enuncian las poderosas oraciones del portal especializado bibliaon.com para proteger a los hijos de todo mal y de toda tentación, entendiendo que la fe es muy importante al momento de orar ya que es la fuerza principal para que se establezca una comunicación ideal con Dios.

Las oraciones son puentes comunicativos para establecer conexiones con Dios. | Foto: run inc
  • Oración por los hijos recién nacidos

“Señor, te agradezco por este hijo que me has concedido. Mil gracias por tu cuidado durante el embarazo y la forma maravillosa en que lo formaste. Gracias por darme el privilegio de ser su madre. ¡Estoy tan feliz! Padre amado, pido tu bendición sobre su vida, que desde hoy él aprenda a escuchar tu voz y a sentir la presencia del Espíritu Santo.

Señor, es tan lindo ver este pequeño cuerpecito tan perfecto. ¡Se ve tan indefenso, Padre amado! Por favor, guárdalo de todo mal. Dale salud física y espiritual. Ayúdale a crecer fuerte y a desarrollarse sin problemas. Que de la misma manera en la que mi hijo crece y se fortalece físicamente, así mismo crezca en sabiduría, en fe y en su amor por ti, para que llegue a ser un hombre que te glorifique en cada circunstancia y en todo momento.

Ayúdame a guiarlo e instruirlo en tus caminos. Que yo sea siempre un buen ejemplo de amor y aceptación para que este precioso pequeño crezca sintiéndose amado y aceptado.

En el nombre de Jesús, amén”.

El acto de orar es una forma de agradecer o de suplicar alguna necesidad en particular a Dios. | Foto: Getty Images
  • Oración por los hijos pequeños

“Padre amado, ¡qué alegría más grande ha traído esta niña a nuestra familia! Muchas gracias por su vida. Gracias por tu obra en ella, porque es una creación admirable y maravillosa. Ayúdala a sentir tu incomparable amor y a saber que es importante para ti. Que su corazón esté lleno de paz, sabiendo que es amada y aceptada por ti y por nosotros, sus padres.

Bendigo su capacidad para sentir tu presencia y tu cuidado sobre su vida. Ayúdame a ser un buen padre y un buen ejemplo de lo que es servirte y vivir conforme a tu voluntad. Guarda a nuestra pequeña de todo mal, que tus ángeles protectores la rodeen día y noche. Dale salud para que ella siga creciendo físicamente y que también desarrolle un espíritu despierto y atento a tu mover. Guárdala tanto de los virus y enfermedades físicas como de los ataques espirituales del maligno.

Ayuda a nuestra hijita a aprender a compartir lo que tiene con sus amigos. Dale la habilidad de conectar con los demás y de ser amable y bondadosa con todos. Moldea su carácter de forma que tu luz brille a través de ella y bendiga a sus amiguitos.

Te pido también que ayudes a nuestra hija a adaptarse al ambiente de la escuela, a la disciplina y la rutina diaria. Que ella aprenda a dar lo mejor de sí misma y que use con generosidad y alegría los dones y talentos que tú le has dado. La bendigo y la pongo en tus manos poderosas porque sé que tú estás con ella y la cuidas en todo momento y en todo lugar, aun cuando yo no estoy presente.

Señor amado, que según leemos la Palabra juntos como familia, ella pueda entender su necesidad de ti. Ayúdame a ser un buen ejemplo para ella sobre lo que es vivir para ti. Que yo pueda instruirla en tu camino para que ella crezca amándote sobre todas las cosas y amando a su prójimo como a ella misma.

Que tu bendición sea sobre ella hoy y por siempre. En el nombre de Jesús, amén”.

El papa Francisco insiste en la necesidad de la fe al momento de recitar toda oración. | Foto: AP Foto/Gregorio Borgia

“Gracias, Padre amado, por el crecimiento de nuestro hijo. Es lindo verlo tan grande y desarrollado como ser humano. Gracias por tu gran amor por él. Te alabo por tu obra en su vida y tu protección sobre él hasta el día de hoy.

Señor, tú conoces sus luchas. Ayúdale a entender su necesidad de abrirte su corazón completamente y recibirte como su Salvador. Te ruego que me ayudes a seguir siendo de inspiración para que él se encamine por el camino de la obediencia a ti.

Dios santo, ayuda a mi hijo a tener una buena estima propia. Que él aprenda a fijarse metas claras y alcanzables, que vea sus puntos fuertes y también sus limitaciones. Que pueda verse como tú lo ves, completo, precioso, con un enorme potencial para ayudar a otras personas y para hacer de este mundo uno mejor.

Te ruego que él aprenda a rechazar con firmeza y respeto los comentarios mal intencionados. Que él no caiga en la tentación de denigrar, atacar u ofender a los que le hablan mal, sino que sea un agente de amor y respeto que bendice a los demás con sus palabras, sus acciones y su presencia.

Por favor, protégelo de todo mal. Que tus ángeles lo guarden en todo momento de gente mal intencionada y de situaciones peligrosas.

Padre, ¡son tantas las tentaciones que lo rodean! Dale sabiduría y discernimiento para entender lo que viene de ti y lo que no. Ayúdale a tener convicciones firmes para que pueda rechazar todo lo que lo separa de ti y de tu propósito para su vida.

Padre querido, trae buenos amigos a su vida, otros jóvenes que tengan valores bíblicos y que busquen hacer tu voluntad. Apártalo de las malas influencias, de aquellos que están guiados por el mal y que no tienen temor de ti.

También oro por su futura esposa. Que ella también esté enfocada en ti y en tu voluntad para su vida. Que ambos crezcan en su amor por ti y puedan escuchar claramente tu dirección en el área romántica. Ayúdalos a valorar la pureza física, emocional y espiritual para que su futura vida juntos no esté marcada por los malos recuerdos o las experiencias negativas.

Señor, dale mucha sabiduría a nuestro hijo y ayúdalo a tomar las decisiones correctas en todas las áreas de su vida. Que él busque en tu Palabra y en oración las claves para conocer tu voluntad y para saber qué hacer en medio de cada situación. Guíalo en sus estudios, que sepa usar su inteligencia y sus dones para ser un ciudadano productivo que coopera por el bienestar de nuestro país.

En tus manos está y ese es el mejor lugar donde jamás podrá estar. Amén”.