A lo largo de los años han surgido corrientes religiosas distintas al tradicional catolicismo. Los creyentes adjudican a estas congregaciones un valor especial dentro de la práctica de su fe, por lo tanto, intentan direccionar sus vidas en sintonía con los lineamientos que profesan cada uno de estos movimientos.
El Movimiento de los Santos de los Últimos Días, también conocido como mormonismo, fue conformado por un grupo de iglesias cristianas que trazan su origen hasta la llamada Iglesia de Cristo, fundada por el estadounidense Joseph Smith en 1830.
Esta corriente se caracteriza por poner en práctica ciertas acciones que no son comunes en otros movimientos religiosos. Por ejemplo, un detalle llamativo tiene que ver con una prohibición en particular.
Los miembros de la Iglesia Mormona tienen una serie de prácticas y creencias religiosas que incluyen la prohibición del consumo de café y otras sustancias específicas. Estas prácticas están basadas en enseñanzas y doctrinas particulares de su fe.
La razón principal por la que los mormones no beben café, así como productos que resultan comunes para otras personas, está relacionada con un código en particular. Se trata la Palabra de Sabiduría, una especie de listado en que se resumen los mandamientos para miembros de este movimiento.
Esta revelación fue dada a Joseph Smith, el fundador de la Iglesia Mormona, y se encuentra en la Sección 89 de Doctrina y Convenios, que es una de las escrituras sagradas de la Iglesia. La Palabra de Sabiduría aconseja a los miembros que eviten el consumo de sustancias dañinas para el cuerpo, como el alcohol, el tabaco, el café y el té.
La percepción de los mormones sobre el cuerpo
Para los mormones, de acuerdo con sus creencias, el cuerpo es un regalo de Dios. En tal virtud, están llamados a cuidarlo de la mejor manera y, en esencia, consideran que medidas como abstenerse del consumo de café y otras sustancias prohibidas resulta útil.
Así, se basan en la obediencia a la Palabra de Sabiduría para cuidar su cuerpo de toda situación que pueda resultar contraproducente. Al tratarse de un regalo divino, es de carácter obligatorio adoptar todos los cuidados necesarios.
La Iglesia Mormona también promueve la abstinencia de sustancias adictivas que pueden perjudicar la capacidad de una persona para tomar decisiones racionales y controlar su propia vida. El café, al contener cafeína, genera un efecto similar, por lo que se cree que un consumo regular puede derivar en la adicción.
Es importante tener en cuenta que las prácticas y creencias religiosas pueden variar entre los miembros individuales de la Iglesia Mormona, y no todos los mormones pueden tomar la decisión de abstenerse de café. En ese sentido, mientras que algunos miembros de este movimiento rechazan su consumo, es probable que otros no tengan mayor reparo en beberlo.