Las alzas increíbles que, en los últimos tiempos, han tenido los cachets de los famosos intérpretes musicales, han conseguido que éstos sean inalcanzables para los países del Tercer Mundo, cuyos presupuestos culturales y cuyas monedas sufren exactamente del fenómeno contrario: su capacidad adquisitiva desciende por minutos. Por citar dos ejemplos, el tenor Luciano Pavarotti cobró el equivalente de seis millónes de pesos colombianos por una presentación en alguna población escocesa, y el pianista Vladimir Horowitz recibirá la friolera de veinticinco millones por un próximo recital suyo en la Salle Pléyel de la ciudad de París. Aunque no todos los casos sean tan impresionantes, la mayoría de los músicos de prestigio internacional tienen tarifas con varios ceros y en dólares americanos, lo cual hace que sea muy difícil el que gobiernos empobrecidos, comprometidos en la ejecución de planes básicos de desarrollo y que de suyo tienen que afrontar --aun en el campo cultural--, gastos mucho más urgentes, patrocinen conciertos y recitales que podrían llegar a significar erogaciones multimillonarias. Existen, sinembargo, mecanismos de carácter no lucrativo que pueden canalizar los esfuerzos de los propios aficionados a la música, y los posibles auxilios de la empresa privada, y permitir así que estos paises disfruten de espectáculos artísticos de primera categoría a unos precios razonables para el espectador.Tal es el caso del celebre Mozarteum de la Argentina, una fundación que a lo largo de sesenta años ha probado una gran eficacia en lo que se refiere a impulsar la vida musical de aquella nación, y que mediante sistemas como la afiliación de numerosas personas y la consecución de donativos, ha permitido no sólo presentar grandes interpretes y agrupaciones extranjeras, sino el acceso de instrumentistas argentinos a escenarios internacionales de primera magnitud.Pero el Mozarteum ha rebasado las fronteras de su propio pais y es asi como desde hace algunos años, ha patrocinado la formación de instituciones similares en Chile y en el Brasil, que han cumplido funciones idénticas y que han permitido por otra parte, disminuir los costos de un solista o de una orquesta al poder ofrecerle un mayor volumen de presentaciones en Sudamérica.Dentro de esta política de expansión, la entidad se ha mostrado muy interesada en favorecer la creación de una institución similar en Colombia. A tal efecto, varios directivos del Mozarteum, entraron en contacto con Doña Gisella de Riebow --de nacionalidad alemana, pero con varios años de residencia en Bogotá--, quien resolvió aprovechar algunos de los espectáculos que traerá a América del Sur la organización musical, y llevar a cabo una pequeña temporada de prueba con el fin, sobre todo, de evaluar las posibilidades de funcionamiento y por supuesto de financiación, que tendría un establecimiento de esa naturaleza.En este orden de ideas, el próximo 22 de junio en el Teatro Colón de Bogotá, se presentará el famosísimo Trio Italiano, compuesto por tres notables solistas (piano, violin y violoncello), con un interesante programa de música de cámara que incluye trios de Beethoven, Haydn y Brahms. Este concierto se llevará a cabo gracias al patrocinio del Instituto Italiano de Cultura.Haciendo un paréntesis, y a propósito de eventos musicales, uno de los más graves problemas que afronta la organización de actividades de este tipo reside en el escaso aforo de las salas disponibles, que no permite disponer de boletería a bajos precios. Ojalá la administración distrital contemple la urgente necesidad que tiene Bogotá de un teatro con una capacidad y unas caracteristicas técnicas, que permitan la presentación de grandes espectáculos a precios accequibles. ¡Es increible que una ciudad que ronda los seis millónes de habitantes, disponga tan sólo de un pequeño coliseo oficial construido hace casi un siglo y con menos de mil localidades! No hay que olvidar que el Jorge Eliécer Gaitán a duras penas llega a la categoría de cine. Pero volviendo a este ensayo musical, que a la postre pudiera llevar a la creación de un Mozarteum en Colombia, en el mes de agosto se presentará, gracias al patrocinio del Banco de la República, el pianista Rudolf Buchbinder, considerado uno de los grandes especialistas en la obra de Beethoven, y quien ofreció entre las posibilidades de programa cualquiera de las 32 sonatas de este compositor. Buchbinder, además de tocar en la Sala de Música de la Biblioteca Luis A. Arango, efectuará una breve gira por varias ciudades del país.Con idéntico apoyo económico, para el mes de septiembre se anuncia un plato fuerte: nada menos que el célebre cuarteto de cuerdas austriaco "Alban Berg", uno de los más importantes conjuntos del mundo en su género. Y para finalizar esta corta pero sustanciosa temporada, en octubre actuará con los auspicios del gobierno alemán y de la línea aérea Lufthansa, la Orquesta Sinfónica de Bamberg, consagrada desde su fundación como una de las grandes agrupaciones de Alemania.Tras esta última presentación habrá que evaluar los resultados de esta temporada de prueba. Es de esperar que el balance final sea positivo, entre otras razones por el evidente interés de la programación seleccionada para este primer ciclo. Ojalá el ario próximo podamos darle la bienvenida a un Mozarteum que, como ocurre en la Argentina, nos facilite a los aficionados el acceso a grandes figuras de la música, y que pueda en el futuro abrirle el camino del mundo a más y más músicos colombianos. -