"Escritos históricos", José Manuel Marroquín, Biblioteca del Banco Popular, Bogotá, 1983, 374 páginas.Desde la colonia, el oídor Moreno y Escandón dejó la semilla para una genealogía que cruzaría todo el Siglo XIX, y terminaría con el más ilustsre de los vastagos, don José Manuel Marroquín. Su obra literaria, con "El Moro" y "la Perilla" harían suficiente mérito. Su obra histórica, sobre Moreno y Escandón, la importancia del Puente del Común en la Colonia, la semblanza de las guerras de 1841, 1861 y 1862, así como de personajes como don Francisco Margallo, José Manuel Restrepo y Jorge Isaacs, lo revelan como un dibujante hábil de todo el siglo XIX. Los documentos sobre la Guerra de los Mil días y la pérdida de Panamá para Colombia son, más que obras históricas, documentos fieles del grado de aturdimiento que sacudía a los políticos colombianos ante el zarpazo. En la Guerra de los Mil Días se terminaría, definitivamentc, con el fervor de libre pensamiento y federalismo que agitaron los radicales en la Segunda Mitad del siglo. Pero, los conservadores victoriosos y en plan de abrir una brecha profunda en la historia colombiana, tampoco podrían gozar de sus frutos en calma. Se les amargaron con la división surgida en sus filas, entre Históricos y Nacionalistas, que se iniciaría en 1886, se produciría con mayor énfasis en la presidencia de Sanclemente y la deposición suya por parte de Marroquín.La firma del tratado Herrán Hay, la intervención de insignes voceros conservadores como Carlos Martínez Silva, José Concha y Rafael Reyes, el movimiento separatista panameño y la dificultad para lograr una unidad política en torno al rechazo de los invasores, todo está contenido en los documentos cruzados de cartas, testimonios y resoluciones. De Marroquín se ha dicho mucho, incluyendo las diatribas de Vargas Vila sobre su papel en la muerte de Sanclemente y en la corrupción administrativa, así como en la entrega del Canal a los yanquis.La edición del Banco Popular nos revela importantes pistas sobre su papel real en los ominosos acontecimientos. -Libardo González -