La tradición religiosa conserva la oración como una de sus prácticas más sagradas. Por ello, es común que los devotos se refugien en esta figura no solo en tiempos de crisis, sino en prácticamente cualquier escenario de sus vidas.
Los católicos, por ejemplo, atesoran un amplio listado con oraciones para todo momento. Por ejemplo, una de las motivaciones más comunes al momento de orar tiene que ver con la paz y tranquilidad, siendo virtudes por las que se le pide constantemente al Señor.
La hora perfecta para orar también varía según las preferencias de cada persona. Algunos inician su jornada con una oración, mientras que otros prefieren aguardar hasta la noche. Del mismo modo, hay devotos que recitan sus oraciones tanto al inicio como al final del día, pidiendo la iluminación divina y agradeciendo por los dones recibidos.
La paz y tranquilidad, por ejemplo, son virtudes por las que se puede orar en cualquier momento. Ya sea durante las primeras horas de la jornada o en medio de una situación demandante, los creyentes siempre pueden refugiarse en la oración para pedir la intercesión de Dios y la guía de todos sus ángeles y Santos.
Oración para pedir paz y tranquilidad
Dios Todopoderoso, te bendecimos por nuestras vidas, te alabamos por tu abundante misericordia y gracia que recibimos. Te agradecemos tu fidelidad aunque no te somos tan fieles. Señor Jesús, te pedimos que nos des paz en nuestra mente, cuerpo, alma y espíritu. Queremos que sane y elimine todo lo que está causando estrés, dolor y tristeza en nuestras vidas.
Guía nuestro camino por la vida y haz que nuestros enemigos estén en paz con nosotros. Deja que tu paz reine en nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo, negocios y en todo lo que tengamos en nuestras manos. Deja que tus ángeles de la paz nos sigan cuando salgamos y nos quedemos a nuestro lado cuando regresemos.
Amén.
Pronunciando con fe esta oración, los creyentes pueden invocar el poder de Dios para recibir su luz en tiempos de adversidad, llamando la calma después de la tormenta y augurando por un futuro más pacífico.
De igual manera, la tradición religiosa contempla otras oraciones que se enfocan en pedir por la paz y tranquilidad, así como otras virtudes importantes para el ser humano. La clave está en recitar cada palabra con fe, confiando en que servirá para invocar la compañía permanente e incondicional de Dios.