Las oraciones a los santos es ideal en ocasiones donde las personas buscas un milagro o una necesidad en específico, por ejemplo en el caso de atraer la fortuna y el dinero. San Jerónimo Emiliani, religioso veneciano, se ha convertido en el indicado para pedir un alivio económico.
Este santo, canonizado el 12 de octubre de 1767 por el papa Clemente XIII, también fue declarado como el patrón universal de los huérfanos y de la juventud abandonada, gracias al servicio que prestó a los pobres y enfermos. El portal la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa) recomendó la siguiente oración para buscar una mejoría económica.
Oración para atraer la fortuna y el dinero
Bendito san Jerónimo Emiliani que pasaste por la tierra haciendo el bien; caritativo padre de los más necesitados, noble y entregado servidor de los pobres, que con dedicación consagraste tu vida a los demás, y pusiste todas tus fuerzas y energías en consolar y ayudar a los que sufrían carencias; que con amor socorriste a los humildes, a los niños desamparados, a las viudas y a los enfermos, para tratar de conseguir tu propia santificación y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos, y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio, tu compasión, tu desprendimiento y generosidad permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.
¡Oh prodigiosísimo san Jerónimo!, conociendo cuán agradable eres ante Dios, y por los múltiples favores y milagros que por medio tuyo se ha dignado otorgar a tus devotos, acudo a ti para solicitar tu ayuda, no desprecies mis humildes súplicas y llévalas ante el trono del Altísimo, pues, aunque me encuentro triste y afligido y las dificultades me agobian confío plenamente en el amor, la bondad y misericordia de nuestro Padre celestial. ¡Oh santo de los pobres y afligidos! glorioso san Jerónimo, ahora que gozas de la dicha eterna, dame tu auxilio, amparo y protección, alivia mis angustias y necesidades sobre todo mis estrecheces económicas que ahora tanto me preocupan y abaten: (Hacer la petición).
Te pido que por tu santa y poderosa intercesión, y con la gracia de Dios Misericordioso, sea escuchada mi oración y mi petición sea despachada favorablemente. ¡Oh, san Jerónimo, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de nuestro Señor, para poder gozar de Él, junto a ti, en el Cielo. Amén.