La oración se convierte para muchas personas en una de las mejores formas de atraer cosas positivas. Cuando se trata de pedir prosperidad y que el dinero no falte, pero que además se multiplique, esta es una buena opción.
Orarle a Dios para que brinde abundancia, que mejore la economía no solo personal sino también del hogar y que el dinero no falte es algo que, con frecuencia, invocan los creyentes. Es una de las formas de experimentar estabilidad, tranquilidad y felicidad, en muchos casos.
El portal Oración Milagrosa propone la siguiente oración, con el fin de que los recursos económicos se multipliquen y Dios bendiga el dinero.
Oración para multiplicar el dinero
“Amado Dios, hoy estoy aquí, frente a ti, para elevar una oración de gratitud y esperanza. Gracias Señor, por todas las cosas maravillosas que has hecho en mi vida y en la vida de las personas que amo, gracias por tu bondad y por tu sublime compañía, que nos da tranquilidad, esperanza y seguridad.
Muchas gracias también por nuestro hogar, por ser tú dándonos fuerza, orientando todas nuestras actividades, gracias por los alimentos que nunca faltan en nuestra mesa y gracias por tu mano generosa que nos provee, nos protege y nos alivia.
Señor, tú, mejor que nadie, conoces mi vida, la vida de mi familia, nuestras necesidades y nuestras fragilidades.
Cada uno de nosotros está librando sus propias batallas, siempre con el anhelo de crecer en paz y bienestar; es por eso que hoy te suplico que seas tú apoyándonos en nuestro día a día, ayudándonos a salir adelante y a vivir una vida libre de deudas, de preocupaciones, en plenitud y abundancia.
Por favor, danos fe y fuerza de voluntad para permanecer firmes frente a las dificultades; sabiduría, para reconocer las oportunidades, y permítenos tener éxito en nuestros trabajos y emprendimientos, para que así nuestra bolsa pueda ser abundantemente llenada.
Bendice las semillas que planten nuestras manos, ayúdanos a cuidar nuestros campos con dedicación y paciencia, líbranos del enemigo y danos la dicha de recaudar una abundante cosecha que sea de utilidad para nuestra vida y que podamos compartir con aquellos que más lo necesitan.
Amado Dios, gracias por amarme tal como soy y gracias por permitirme este momento de encuentro sincero contigo. Hoy dejo mi vida y mis ilusiones en tus manos porque sé que tú proveerás a todas mis necesidades con generosidad y conforme a tus riquezas en gloria en Cristo Jesús, amén”.